Este artículo se publicó hace 16 años.
Gómez Noya: "Si hago buen resultado en Pekín ya habrá sido un año bueno"
El español Javier Gómez Noya es, a sus 24 años, el mejor triatleta del mundo, como demostró durante las dos últimas temporadas, en las que repitió triunfo en la general de la Copa del Mundo y primer puesto final en el ránking mundial.
Este año puede ser el de su inmortalidad deportiva, ya que en los Juegos de Pekín partirá como uno de los valores más seguros del deporte español: es favorito al oro en el deporte que une la natación con el ciclismo y la carrera a pie.
En la segunda parte de una entrevista con EFE, Gómez Noya, que después de entrenarse casi un mes en Suráfrica pasa las fiestas navideñas con los suyos en Ferrol (Coruña), comenta sus objetivos para esta campaña, su afecto y admiración por Iván Raña y los problemas que tuvo que superar para competir.
P: ¿Será difícil superar una temporada como la pasada?.
R: Es complicado, será difícil, porque la temporada pasada la verdad es que ha sido muy buena. Pero es un año especial, porque si hago un buen resultado en los Juegos y no logro nada más, ya habrá sido un año bueno. Pero me gustaría mantener una regularidad. No me gustaría llegar a los Juegos con un vigésimo como mejor resultado. Me gustaría mantener la línea que llevo.
P: ¿Se conoce el techo de Javi Gómez Noya?, ¿tiene aún margen de mejora?.
R: Creo que a los 24 años hay un margen de mejora, si no hay lesiones. No se sabe, pero mi entrenador (Jose Rioseco) y yo creemos que sí, sobre todo en bici. Y corriendo también se puede mejorar. Cada año vas puliendo detalles que no tenías en cuenta el año anterior. Nunca di saltos grandes en mi carrera, pero cada temporada he ido mejorando. Es más difícil, pero se puede mejorar.
P: ¿Ha pensado hasta cuándo seguirá compitiendo?, ¿se marca alguna fecha de caducidad? Como mínimo, llegará a Londres 2012?
R: Pues no lo he pensado. Ya iré viendo. Ahora estoy con muchas ganas y espero estar en 2012 y hasta donde aguante. Pero las ideas van cambiando. Supongo que me retiraré cuando no me encuentre a gusto entrenando, cuando no vaya bien... hombre, al siguiente ciclo olímpico claro que me gustaría llegar, por lo menos. Y creo que llegaré. Estoy muy motivado y con 24 años, no pienso en la retirada.
P: ¿Qué representa para Vd. la figura de su paisano Iván Raña?
R: Juega un papel muy importante. He aprendido mucho de él. Empecé a coincidir en concentraciones con él en 2002, cuando ganó el Mundial, el europeo y el nacional. Me fijaba en todo lo que hacía, tanto en competición, como entrenando. Él lo sabe. Desde entonces somos buenos amigos y entrenamos juntos. Siempre hemos tenido una buena relación, de la que ambos nos beneficiamos.
P: ¿A qué triatletas admira, si es que admira a alguno?
R: Admiro a dos. A Iván (Raña), como dije. Y a Simon Whitfield (canadiense, primer campeón olímpico, en Sydney 2000), desde que era pequeño. Es un fuera de serie, también como persona. Me llevo muy bien con los dos y les admiro.
P: Su valvulopatía aórtica no le ha impedido ser el número uno mundial, pero tuvo que superar muchas barreras burocráticas antes de poder demostrarlo. No le querían conceder la licencia federativa para poder competir. ¿Cómo recuerda esa época? ¿Pensó alguna vez en tirar la toalla?
R: Pues mentiría si no dijera que hubo momentos en los que vi complicado mi futuro, porque parecía que no iba a poder competir más. Pero en situaciones difíciles como ésa, aprendes mucho. En 2005 me seguía entrenando y me di cuenta de que era porque el triatlón me gusta. Luché a tope, porque aquello era una injusticia. Después de muchos esfuerzos y gracias también a mucha gente que me apoyo lo conseguí, pero sí que hubo momentos que lo vi complicado.
P: Debido a todo eso, ¿saben aún mejor las victorias?
R: Sí, saben mejor. Pero de todo ese asunto intenté sacar la parte positiva. Me reforzó mucho, sobre todo a nivel psicológico. El triatlón es duro. Hay que entrenar mucho, las carreras no son fáciles y sé que voy a sufrir. Pero cuando estoy en el pontón, sólo me preocupa que tengo que ganar al de al lado. Antes, tenía otras batallas añadidas que ganar. Y eso era duro.
P: ¿Cómo le supo quedarse fuera de los Juegos de Atenas 2004?
R: Fue un palo muy duro, desde luego, porque creo que hice méritos suficientes para estar. Ese año fui octavo de Europa y octavo del Mundo en mi primera participación en ambas competiciones (en elite). Pero el seleccionador no creyó oportuno llevarme. Fue una pena, porque igual ya no por el resultado que hubiese podido conseguir, si no por la experiencia que hubiera adquirido. A Pekín iré ahora como debutante en unos Juegos. Habrá que intentar no cometer muchos errores.
P: Su no convocatoria para los Juegos de Atenas respondió, según su federación, a una estrategia para efectuar una labor de equipo en favor de Raña, que salía como gran favorito al oro. Estrategia que no salió bien ¿Habrá en Pekín una labor de equipo a favor suyo, esta vez?
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