El bicampeón olímpico brasileño Torben Grael, patrón del 'Ericsson 4', líder de la general de la Volvo Ocean Race, ha comentado esta mañana que tras navegar "por fin en condiciones del océano Austral", lo que queda hasta la meta volante del Cabo de Hornos "es un sprint con tres barcos muy juntos", especialmente considerando que llevan ya treinta días en el mar.

"Los que nunca han navegado por estas latitudes debían estar preguntándose si todas esas historias sobre la dureza de estos mares eran verdad. Pero ahora", dijo, "cuando quedan algo más de 2.000 millas para terminar, parece que vamos a tener un buen ejemplo."

"En una etapa tan larga como ésta se agradece ir en rumbo directo hacia el objetivo, más que estar apuntando a otro lado para evitar las calmas o ir en ceñida (navegar contra el viento). Hay muchas olas y es muy difícil realizar maniobras y viradas. Aún así ahora todo el mundo está contento en el barco, ya que las millas al Cabo de Hornos están reduciéndose rápidamente", concretó Grael.

En el 'Telefónica Azul' el británico Simon Fisher, jefe de guardia del barco, señaló: "Parece que volvemos a recortar algo de ventaja respecto al líder y ahora tenemos el viento de popa. Es un contraste total con las condiciones de hace pocas horas, cuando estábamos luchando con seis o siete nudos de viento. En vez de eso, ahora volvemos a navegar a más de 20 nudos (38 Km/h.) y tenemos 30 nudos (54 Km/h.) de intensidad del Noroeste".

"Parece que definitivamente tendremos un viaje rápido al Cabo de Hornos", consideró. "Se siente bien ir rápido de nuevo pero las condiciones inestables de ahora traen toda una nueva serie de retos y esperamos superarlos".