Más de 19 millones de americanos vieron una mezcla de veteranos como Paul McCartney y novatos como Taylor Swift actuar en la gala de los premios Grammy el domingo, que registró un 11 por ciento de incremento en la audiencia, según las primeras estimaciones del lunes.

El espectáculo musical de la CBS, que dura tres horas y media, se vio en 19,05 millones de hogares, comparado con los 17,18 millones de 2008, según los primeros datos de Nielsen Media Research.

El antiguo cantante de Led Zeppelin, Robert Plant, y la artista Alison Krauss se llevaron cinco Grammy por su canción conjunta "Raising Sand" en una noche en la que también fueron galardonados Coldplay, Jennifer Hudson, la revelación británica Adele y el rapero Kanye West.

"La Academia de la Música montó todo un espectáculo, uno sin precedentes con 24 actuaciones y con una gama de artistas para atraer a niños, adolescentes, jóvenes adultos y treintañeros", dijo Jack Sussman, el vicepresidente ejecutivo de CBS Entertainment.

Stevie Wonder se unió sobre el escenario a los Jonas Brothers y la estrella de Disney Miley Cyrus, de 16 años, lo hizo con la sensación de country Taylor Swift en un show cuya apertura quedó a cargo de U2.

En bambalinas, los organizadores de los Grammy lo pasaron mal para llenar el hueco de Chris Brown, que en el último minuto anuló su actuación al ser arrestado con cargos por asaltar a una joven que se creía que era su novia, la cantante Rihanna. Rihanna tampoco actuó, lo que supuso una sorpresa en la noche más grande del mundo musical.

El aumento de las cifras de telespectadores llevó la alegría al sector, que tiene dificultades para mantener las ventas de discos en una era que se caracteriza por las descargas legales e ilegales.

El año pasado la audiencia de la ceremonia de los Grammy fue la tercera más baja desde que se estrenó.