Este artículo se publicó hace 15 años.
Gran aumento de las anulaciones de residencia en Jerusalén a palestinos
Las autoridades israelíes anularon el año pasado la residencia en Jerusalén a 4.577 palestinos, una cifra que supone más de la mitad del total de revocaciones en los 40 años anteriores, según datos oficiales obtenidos por la ONG "Hamoked".
De los 13.135 palestinos que han perdido su residencia en la urbe desde que Israel ocupó la parte oriental en 1967, un 35 por ciento lo hizo en 2008, informó en un comunicado la ONG, que logró los datos gracias a una ley que obliga al Gobierno a respetar una cierta transparencia.
En su gran mayoría, los palestinos de Jerusalén Este no tienen ciudadanía israelí, sino un permiso de residencia permanente que el Ministerio de Interior israelí puede anularles, si pasan más de siete años en el extranjero u obtienen cualquier tipo de estatus legal en otro país, entre otros supuestos.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) y diversas ONG acusan a Israel -que considera Jerusalén su "capital única e indivisible"- de tratar de "judaizar" la ciudad con la expulsión de la población nativa árabe a través de la construcción de colonias judías, las demoliciones de casas y medidas administrativas.
En este sentido, "Hamoked" vincula en la nota de prensa el gran aumento de revocaciones de permisos de residencia a las "políticas y esfuerzos que hace Israel" para "desplazar a los habitantes de Jerusalén Este" de la ciudad "donde viven desde hace generaciones".
Además, señala la paradoja de que el cuarto de millón de habitantes palestinos de la urbe tenga el mismo estatus legal que cualquier emigrante a la ciudad que no tenga al menos un abuelo judío (si lo tuviera podría obtener la ciudadanía israelí de forma automática), pese a ser sus pobladores nativos.
Meir Shitrit, el diputado que impulsó la campaña cuando dirigía el Ministerio de Interior, explicó el gran aumento en las anulaciones de permisos de residencia por la necesidad de abordar una situación irregular que anteriores ejecutivos había preferido ignorar.
"Lo que descubrimos fue sólo la punta del iceberg. El Estado de Israel paga en ayudas cada año miles de millones de shekels a gente que ni siquiera vive aquí", dijo al diario israelí "Haaretz", que publica hoy las declaraciones.
Shitrit, del partido Kadima de Tzipi Livni, subrayó que el Ministerio envío avisos a todos los candidatos a perder la residencia y que no se actuó contra quienes apelaron.
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