Este artículo se publicó hace 15 años.
Granados ve un "montaje" para derribar a Aguirre
Cree que la red de espionaje es una maniobra de «acoso» contra la Comunidad // Manuel Cobo denuncia su caso ante la Fiscalía
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, expuso ayer su tesis sobre los casos de espionaje a compañeros de partido que apuntan a su departamento. No habló de culpables: dijo que serán los jueces y la Policía los encargados de dar con ellos. Pero sí de víctimas. A su juicio, tanto el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, como Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad, y él mismo son "víctimas" de un "montaje", de una "operación de acoso y derribo al Gobierno de Esperanza Aguirre".
Granados hacía estas declaraciones horas después de que El País revelase que un grupo de ex agentes de policía y guardia civil a sueldo de su Consejería habían espiado al ‘número dos' del Ayuntamiento de Madrid. "Cobo tiene nuestro apoyo", sostuvo.
El consejero, que había acudido junto a Ignacio González a un acto a Telefónica en el que su presencia no había sido anunciada, se erigió en portavoz de Aguirre: "El Gobierno de la Comunidad niega con absoluta rotundidad cualquier encargo de cualquier espionaje o seguimiento sobre nadie".
¿Tienen alguna idea sobre el origen de esta trama? "No sospechamos de nadie", señaló Granados. Dijo que la Comunidad "pone todos los días decisiones sobre la mesa que pueden afectar a instituciones, empresas y , por tanto, a personas poderosas que puedan tener razones, que a mí se me escapan, para montar una operación de este tipo". Preguntado sobre si veía "descabellado" que el caso esté relacionado con Caja Madrid, respondió que ni lo ve, "ni deja de verlo".
Sí rechazó que Alfredo Prada, ex consejero de Justicia relevado en su cargo por Aguirre en la remodelación del pasado junio, tuviera algo que ver. "No existe ligazón entre la remodelación y los hechos que se relatan". Granados ha pedido comparecer en la Asamblea para dar explicaciones: "El Gobierno dará la cara".
Espionaje "mafioso"
Después llegó el turno de Ignacio González. Mantuvo que se había sentido "agredido" en su intimidad ante este episodio que tildó de "condenable, lamentable y reprobable". Y aseguró que era necesario que se acabase "cuanto antes" con este espionaje que calificó de "mafioso". Tampoco habló de culpables. Pero se refirió a "dos hechos" objetivos: que alguien tiene una información "muy próxima" de su vida y que "tiene interés en gastar mucho dinero para hacer ese montaje".
Por su parte, la presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez, manifestó a Efe que si Granados "ha hecho lo que no debía, Aguirre debe cesarlo". Horas después dijo que no se refería a Granados.
Segunda denuncia
Al igual que González, Cobo presentó ayer una denuncia ante la Fiscalía para que investigue los hechos que considera "muy graves" e "ilegales".
La mano derecha de Gallardón quiere que todo se esclarezca hasta "las últimas consecuencias" y se "depuren responsabilidades". Insistió en que en un Estado de Derecho "solo bajo la tutela del poder judicial y por personas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se pueden realizar actuaciones de seguimiento y vigilancia" y que deben ser hechas por "personas en activo" y no "por equipos parapoliciales".
Cobo no quiso acusar a nadie: "Yo no voy a entrar en sospechas de unas personas o de otras. Sería poco serio". Por eso mismo se "solidarizaba" con Ignacio González. El vicealcalde contó que había recibido mensajes de Aguirre y que había hablado con Granados, pero no quiso desvelar su conversación. También comentó que le habían llamado Rajoy, Sáenz de Santamaría y Arenas para decirle que les parecía "inadmisible".
A su juicio, todo esto no tiene "nada que ver" con Caja Madrid ni con las luchas del PP de Madrid. Además, negó que la información hubiera salido del Consistorio: "Es imposible porque no tenemos ningún tipo de actuación de ese tipo".
Gallardón también quiso pronunciarse. El alcalde dijo, en 59 Segundos, que no le parecía lógico que un consejero montara un equipo de este tipo, máxime cuando la Comunidad no tiene competencias en materia de seguridad. Tampoco quiso señalar a nadie: "Sería irresponsable". Y reconoció que últimamente no ha hablado con Aguirre de las batallas que están librando.
Ayer en el PP se vivía cierta inquietud a la espera de conocer más objetivos. Había quien no descartaba ver a Rajoy como protagonista. En una entrevista en Onda Cero, el líder del PP explicó que había hablado con Aguirre y que le creía cuando afirmaba que desconocía el asunto. Pidió esperar a la comparecencia de Granados. Confía en que deje "claro que la Comunidad no tiene ninguna implicación".
También dijo que "sería bueno que se produjera una investigación". Pero no parece que él vaya a activar la maquinaria interna para depurar responsabilidades. Aunque el escándalo dañe la imagen del PP, prefiere que sean los tribunales los que lo resuelvan.
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