Este artículo se publicó hace 15 años.
Grecia vive encarnizada lucha por votos en las zonas rurales
En la Termópilas moderna se está librando un tipo diferente de batalla entre los políticos, quienes compiten por una de los 300 escaños del Parlamento griego de cara a las elecciones nacionales de este domingo.
Cerca del paso donde 300 espartanos resistieron brevemente a un vasto Ejército persa en el año 480 A.C, los sociables candidatos conservadores por la Nueva Democracia y los contendientes de la oposición socialista PASOK están luchando por atraer a los agricultores, una masa clave de votantes.
Recorriendo la montaña Kallidromo en el centro de Grecia, la candidata socialista Katerina Batzeli sorteaba las preguntas de los locales reunidos bajo una morera en el pueblo de Anavra.
"Si sale electa, usted no debe cometer los mismos errores que cometió en el pasado porque la gente la conoce", dijo a la candidata Costas Athanasiou, de 71 años.
Al igual que otros candidatos en el distrito de Ftiótide, Batzeli tiene por delante la ardua tarea de convencer a los votantes desilusionados por los grandes partidos que han gobernado a Grecia durante décadas, asegurándoles que esta vez las cosas serán diferentes.
"Es una gran meta para todos nosotros restablecer la fe en el Estado. Si no lo hacemos, estamos acabados. Creo que PASOK puede ganar en Ftiótide por primera vez en muchos años", sostuvo.
Los granjeros representan aproximadamente un séptimo del electorado griego, una de las más altas proporciones de la UE. El primer ministro Costas Karamanlis, quien bajó 6 puntos en las últimas encuestas publicadas hace una semana, acudió a Larissa, en el corazón agrícola de Grecia.
Un cambio de los agricultores hacia Nueva Democracia, registrado por primera vez en 1999, marcó el final de décadas de Gobierno socialista. Las encuestadoras ahora dicen que la marea está volviendo a cambiar, y están registrando más apoyo para PASOK por primera vez en una década.
Karamanlis convocó a las elecciones anticipadas en medio de su mandato, pidiendo que la nueva dirigencia sobrelleve la crisis económica y prometiendo un salario estatal y el congelamiento de las contrataciones. Grecia, considerado el miembro más débil de la zona euro, se encuentra bajo el peso de un gran déficit presupuestario y una enorme deuda pública.
El líder de PASOK, George Papandreou, ha prometido un plan de estímulo, cobrando más impuestos a los ricos y apoyando a los menos adinerados. Quien gane las elecciones del domingo deberá negociar una reforma de la política agrícola común de la UE después del 2013, cuando los ricos socios del norte de Grecia presionen en busca de recortes a los subsidios.
CAIDA INGRESOS DEL AGRO
El sindicato de los granjeros, PASEGES, indicó que el ingreso de sus miembros había caído en un 18 por ciento en el 2008, mayormente debido al colapso de los precios en el mercado de productos claves como algodón, aceite de oliva, frutas y cereales.
Grecia proporciona aproximadamente un 80 por ciento de todo el algodón de la UE y, junto a Italia, más del 75 por ciento de su tabaco sin procesar.
Los recuerdos de generosos repartos de dinero durante la década socialista de 1980 se han desvanecido y los agricultores saben que el flujo se está secando.
"Nuestro futuro es negro. Si las cosas no cambian estamos acabados", dijo el agricultor Yannnis Kapsis, de 70 años, en el pueblo de Drimera. "No me interesan los subsidios de la UE, no quiero caridad. Quiero que me paguen por hacer mi trabajo", agregó.
Lo que domina la conversación tanto en los cafés de hombres y en los recintos más urbanos es el tema de los escándalos y corrupción.
"Más que nada, estoy decepcionado por la corrupción policial", dijo Kapsis. "Todos los días te levantas y te enteras de un nuevo escándalo. Si están interesados en llenar sus bolsillos, ¿cómo es que van a ayudarme?", agregó.
Karamanlis llegó al poder en el 2004 prometiendo limpiar la política griega. Volvió a ganar con una ajustada mayoría en el 2007, cuando Ftiótide eligió a 4 diputados conservadores y uno socialista, con aproximadamente un 49 por ciento de los votos para Nueva Democracia y un 37 por ciento para PASOK.
Esta vez, las cosas son más complicadas.
En la ciudad de Lamia, el diputado de Nueva Democracia Christos Staikouras pasó a toda prisa por comercios y cafés, estrechando manos y palmoteando a hombres en su intento por ser reelecto.
"La gente está satisfecha con los proyectos en la zona pero una parte de la sociedad está disconforme con el sistema político y la mayoría ahora son partidarios de Nueva Democracia. Esperaban más", dijo Staikouras.
Las encuestadoras dicen que las elecciones podrían definirse por la gran porción de partidarios de Nueva Democracia que podría abstenerse, a fin de castigar al Gobierno por cinco años de escándalos y promesas incumplidas.
"Quería que Karamanlis hiciera lo que prometió al principio, las grandes reformas, la limpieza", dijo el profesor de matemáticas George Papaconstandinou, un partidario de Nueva Democracia en Lamia.
"Dudé por un tiempo pero ahora pienso que votaré por Nueva Democracia. Pero es la última oportunidad que les doy", agregó.
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