Más de 240 académicos de universidades de EE.UU. enviaron una carta al presidente de EE.UU., Barack Obama, en la que le piden que no reconozca el resultado de las elecciones en Honduras si antes no se restituye a Manuel Zelaya.

En las últimas semanas, el Gobierno de EE.UU. aseguró que apoya el proceso electoral en Honduras y dejó entrever que reconocerá los resultados de la votación incluso si antes no se restituye al presidente depuesto el pasado 28 de junio.

En la carta, el grupo de académicos y expertos en Latinoamérica solicitan a Obama que, a pocos días de las elecciones hondureñas el 29 de noviembre, se coloque de lado de todos los Gobiernos de Latinoamérica y deje aislado al régimen golpista.

Los académicos explican en la misiva que Honduras se encuentra "al filo de un precipicio peligroso", porque el Gobierno de facto está decidido, ante la falta de presión de EE.UU., a seguir adelante con las elecciones con la esperanza de que la comunidad internacional reconocerá finalmente el resultado.

Con ello, esperan poder dar legitimidad a su Gobierno "ilegal e inconstitucional", recalcan.

Los firmantes de la misiva manifiestan que la celebración de unas elecciones libres y justas es ya una tarea imposible, ante la falta de libertad de reunión, expresión y prensa durante buena parte de la campaña electoral.

El grupo considera que unas elecciones libres y justas solamente pueden celebrarse en un ambiente en el que todos los aspectos de una campaña puedan llevarse a cabo sin miedo y los diferentes puntos de vista y partidos tengan derecho a la expresión.

Los analistas y académicos recuerdan a Obama que el Grupo de Río declaró la semana pasada que no reconocerá el resultado de las elecciones si Zelaya no es restituido previamente.

"Por ello, con su disposición a reconocer estas elecciones ilegítimas, EE.UU. va a contracorriente y en la dirección opuesta a la del resto del continente" americano, insistieron.

"Instamos al Gobierno de EE.UU. a que apoye un proceso que tenga una campaña electoral de tres meses, como establece la ley hondureña, y que ésta tenga lugar solamente después de que el presidente Manuel Zelaya haya sido restituido".

Los académicos y expertos lamentaron además que la promesa que hizo Obama en la Cumbre de las Américas en el sentido de que trataría a los países latinoamericanos como socios igualitarios y que demostraría sus palabras con hechos, "se esté evaporando".

Desde entonces, dicen, "su Gobierno ha fallado a la hora de transformar sus palabras en hechos con respecto al golpe de Estado en Honduras, y como resultado EE.UU. se aisla una vez más en el continente".

Consideran, además, que EE.UU. "no puede mantener su silencio ensordecedor con respecto a las innumerables y graves violaciones a los derechos humanos cometidas por el Gobierno golpista".

En su opinión, el Gobierno de EE.UU. debe denunciar enérgicamente las violaciones y dejar claro al régimen de facto que no tolerará más la violencia y la represión ejercidas contra los hondureños desde el golpe de Estado.