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El grupo español Ojos de Brujo cierra su gira australiana en la Casa de la Ópera

EFE

El grupo español "Ojos de brujo" sedujo anoche al público de la Casa de la Opera de Sídney para que les ayudaran a cerrar su gira australiana con "una gran fiesta flamenca".

Las primeras notas del concierto filtraron, asistidas por animaciones visuales que transcurrían en el fondo del escenario, el espíritu de Barcelona en la solemne sala del Concert Hall y la llenaron de ritmos flamencos mezclados con rumba catalana, hip hop, funk, jazz y energía afro-cubana.

El primer tema vino acompañado de palmas y el sonido de la guitarra de Ramón Giménez, quien al interpretar "Todos Mortales" arrancó a unos muchos de sus butacas, mientras otros bailaron durante todo el concierto desde los pasillos.

"Actuar en el Opera House ha sido toda una experiencia", dijo a Efe Marina, la voz y la imagen de la banda.

"No acostumbramos a tocar en lugares así", dijo refiriéndose a la formalidad exigida por las características de un teatro, pero Ojos de Brujo triunfó igual, haciendo mover el esqueleto a toda la sala.

La experiencia, contaron los integrantes del grupo, fue similar en la del Hamer Hall de Melbourne, donde tocaron el martes con un bajista australiano, Gavin Pearce, a causa de un leve problema de salud sufrido por Javi Martín, que le impidió actuar también en Sídney.

Para Pearce "ha sido una algo alucinante, inesperado y maravilloso", no sólo por tener que aprenderse el repertorio en cuestión de horas y tocar junto al grupo, sino también por el caluroso apoyo recibido de sus compañeros circunstanciales.

Y es que la gira australiana de ODB "ha tenido sus cosas", manifestó Marina, quien relató que tuvieron que buscar a su llegada a Australia un vestido flamenco para su bailaora de Badalona, Susana Medina, pues su maleta no sobrevivió el periplo que hizo la banda para llegar hasta las antípodas.

"Tanto en Melbourne como antes en Adelaida, dónde participaron en el festival de Womadelaide, fue llegar y buscar a una bailaora que me prestara el vestido, y no sólo eso porque me perdieron toda mi ropa de calle también", explicó.

En Womadelaide, un certamen multitudinario de cuatro días con más de 70.000 espectadores que se celebra al aire libre en los jardines botánicos de la ciudad, Ojos de Brujo estuvo en su salsa.

"Lo de Adelaida es extraordinario" comentó Marina: el grupo interpretó allí, rodeado de bongos, congas, tambores y tamborines, novedades como "Correveidile" o la "Rumba del Adiós", de su último álbum "Aocaná".

Pero también tocaron, al igual que anoche en Sídney, sus temas clásicos como "Corre Lola Corre, historias de perdedores" o "Donde Nà en la nevera" en la que DJ Panko acaba saltando y corriendo a lo loco por todo el escenario.

"Esto es demasiado para mí", comentó DJ Panko, quien medio en broma confesó "no puedo seguir el ritmo de esta banda, así que este puede ser uno de mis últimos conciertos".

Frenético es el ritmo que lleva Ojos de Brujo, que llegó a Australia procedente de América Latina tras actuar en Medellín, Bogotá y Recife en Brasil.

Desde que el pasado 5 de marzo comenzó su gira australiana, el grupo ha actuado casi a diario y continuará el sábado en el Womad de Nueva Zelanda, que este año se celebra en la pintoresca localidad de Taranaki en la Isla Norte, a unos 400 kilómetros al sur de Auckland.

El domingo ofrecerán allí dos conciertos y finalizarán la gira por Asia y Oceanía el próximo día 16 en el Festival de las Artes de Hong Kong.

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