Este artículo se publicó hace 11 años.
Un grupo islamista secuestra a 41 trabajadores occidentales en Argelia
El ataque a una central de gas al sur del país deja dos muertos. Un grupo armado de Malí reivindica su autoría
Un grupo islamista de Malí ha atacado esta mañana una central de gas al este de Argelia, en la provincia de Ilizi, matando a dos personas y tomando como rehenes a 41 trabajadores occidentales. Las informaciones sobre las nacionalidades de los secuestrados son confusas, aunque el diario argelino El Watan informa de que entre los raptados habría siete estadounidenses, dos franceses, así como británicos y japoneses.
Una fuente próxima a los atacantes, citada por la agencia mauritania ANI, asegura que entre los secuestrados habría personas de hasta nueve o diez países distintos. El ataque ha sido reivindicado por la 'katiba' que lidera Mojtar Belmojtar, uno de los principales dirigentes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) pero que rompió lazos con este grupo para crear su propia célula hace unos meses.
Según los secuestradores, el ataque responde a la ofensiva francesa en el norte de Malí
El secuestro lo han llevado a cabo los 'Firmantes de la sangre', un batallón creado recientemente por Belmojtar para atacar los intereses de los países que participan a la ofensiva contra los islamistas en el norte de Malí. En una llamada a la agencia mauritana, un portavoz del grupo ha precisado que la operación es una "reacción a la injerencia flagrante de Argelia por haber autorizado el uso de su espacio aéreo a la aviación francesa para bombardear el norte de Malí".
Según la agencia Reuters, que cita fuentes locales, en el asalto habría fallecido un ciudadano francés, mientras que otro habría sido secuestrado. Esta información no ha sido confirmada aún por las autoridades galas. De acuerdo al último comunicado del Ministerio del Interior argelino, el segundo fallecido sería de origen británico. El Gobierno de Reino Unido sólo ha confirmado que hay varios ciudadanos de su país "atrapados", sin especificar si han sido secuestrados o heridos.
Las instalaciones atacadas, en la región de Tiguentourine, a unos 40 kilómetros de In Amenas y cerca de la frontera con Libia, son explotadas de forma conjunta por Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil. "Un grupo terrorista fuertemente armado llegó en tres vehículos a las instalaciones. El ataque ha tenido como objetivo inicial un autobús que abandonaba esta base con extranjeros hacia el aeropuerto de In Amenas", ha relatado el Ministerio del Interior argelino.
La escolta del autobús "ha repelido" el ataque, en el que han resultado heridas seis personas, dos extranjeros, dos gendarmes y dos agentes de seguridad, ha explicado Interior, aclarando que "el autobús y las personas heridas han llegados a In Amenas y las autoridades locales se han hecho cargo de ellos". "Tras esta tentativa abortada, el grupo terrorista se ha dirigido hacia el campamento, donde ha atacado una parte y ha tomado como rehenes a un número indeterminado de trabajadores, entre ellos ciudadanos extranjeros", continúa el relato de las autoridades argelinas.
Entre los occidentales raptados, habría personas de nueve o diez países distintos
La empresa japonesa JGC ha confirmado que cinco nipones que trabajaban para esta firma de ingeniería han sido secuestrados. Desde Dublín, el Gobierno irlandés ha confirmado el rapto de uno de sus ciudadanos y su ministro de Exteriores, Eamon Gilmore, ha pedido su inmediata liberación. "El Gobierno está dispuesto a emplear todos los recursos disponibles para garantizar que nuestro ciudadano es liberado lo antes posible", ha aseverado.
El diario noruego Bergens Tidende afirma asimismo que un trabajador de esta nacionalidad también habría sido secuestrado, según ha declarado su mujer al periódico. "Mi marido me llamó esta mañana y me dijo que había sido secuestrado". Según la mujer, durante la conversación, aparentemente había otras personas que "le dictaban lo que tenía que decir en inglés".
La provincia de Ilizi, fronteriza con Libia, ya fue escenario en enero del año pasado del secuestro del entonces gobernador Mohamed Laid Jelfi, que fue rescatado en territorio libio por fuerzas de seguridad de ese país. Según el periódico Al Ajbar, la empresa estatal argelina Sonatrach ha interrumpido el bombeo de gas por temor a que los terroristas puedan volar las instalaciones. Asimismo, los servicios de protección civil en la zona se encuentran en estado de alerta ante un eventual sabotaje de las instalaciones.
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