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La Guardia Civil investiga la causa de la explosión que anoche causó tres muertos

EFE

La Guardia Civil investiga hoy la causa de la explosión que ayer por la noche acabó con la vida de una familia integrada por los padres y su hija, que tenía síndrome de Dowm, en Sant Antoni de Portmany (Ibiza), pues no descarta que pudiera tratarse de un suicidio.

Efectivos de la Guardia Civil y especialistas del grupo Tedax de ese cuerpo han examinado esta mañana el lugar de la explosión, el garaje de un edificio ubicado en la calle de Gaudí, en el centro urbano de Sant Antoni.

El delegado del Gobierno en Baleares, Ramon Socías, ha afirmado en Palma esta mañana que "todo apunta a que se trate de un suicidio".

El jefe del cuerpo de Bomberos de Ibiza, Miguel Sevilla, ha informado a EFE de que en el garaje, donde anoche hallaron restos de tres bombonas de butano, se han encontrado también indicios de existencia de gas y de un combustible, que podría gasolina, "algún tipo de alcohol o algún tipo de acelerante".

Esos restos, ha explicado, se han encontrado en el suelo del garaje, lo que podría significar que el pavimento alcanzó altas temperaturas.

Sevilla ha precisado que, en un recinto cerrado, el gas y la gasolina se comportan de modo similar y producen el mismo tipo de explosión, por lo que el análisis de los materiales encontrados permitirá determinar la causa del siniestro y, posiblemente, el motivo del mismo, ya que no se descarta la hipótesis de un suicidio.

Técnicos municipales, por su parte, han inspeccionado esta mañana el edificio en el que tuvo lugar la explosión, y han confirmado que no ha sufrido daños estructurales.

Ayer por la noche, los vecinos de las viviendas colindantes y los pisos del propio inmueble pudieron volver a sus casas, pasadas unas horas después del suceso, aunque un matrimonio de origen uruguayo y su hija decidieron pasar la noche fuera.

Otras dos viviendas de la finca se encontraban vacías en el momento de la explosión.

Fuentes cercanas a la investigación del suceso han informado a EFE de que el matrimonio muerto -Joan C., de 77 años, y María P., de 73- era de origen ibicenco. Su hija, fallecida también la explosión, tenía 36 años.

Esta familia, han explicado a EFE las mismas fuentes, perdió hace cinco años a otra hija, Teresa, quien falleció por hipotermia cuando se hundió el barco en el que navegaba junto a su pareja y una amiga, que sobrevivieron al naufragio.

Elena, la hija que ayer falleció junto a sus padres, residía habitualmente en un centro educativo de Mallorca.

Las citadas fuentes de la investigación han indicado que la autopsia a los cadáveres podría realizarse esta tarde. Tras ese análisis de los cuerpos, la familia decidirá la fecha del entierro.

El Ayuntamiento de Sant Antoni, por su parte, ha acordado hoy declarar luto oficial por el suceso para el todo el día de mañana. Además, ha convocado una concentración para las doce del mediodía frente al consistorio en la que se guardará un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas, y ha suspendido la presentación del programa de fiestas de San Rafael que estaba prevista.

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