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Guardiola eleva la exigencia

El técnico asegura que la imagen del Barça en Xerez no se repetirá y que su equipo jugará mejor

NOELIA ROMÁN

Como los buenos prestidigitadores, Pep Guardiola maneja las estadísticas a su antojo. Las esconde y las exhibe según le conviene, y no necesariamente cuando le favorecen. En su intento de mantener la tensión incluso más allá del vestuario del Barcelona, el técnico azulgrana desdeña los números elogiosos y se queda con los que sirven para justificar su alerta permanente sobre la complejidad de todas y cada una de las empresas que emprenden sus jugadores.

Por eso, no fue extraño oír cómo Guardiola, antes de viajar a Riazor, escenario esta noche del Deportivo-Barça, reducía a categoría de mera anécdota el hecho de que su equipo, con 33 puntos ya, haya firmado el mejor inicio de Liga en la historia del club azulgrana. 'Está muy bien, pero es pasado y eso no nos avala en Coruña ni en Europa si no jugamos bien', argumentó el técnico del Barça.

Lejos de recrearse en la bonanza de los números, Guardiola elevó la exigencia y reclamó de sus jugadores un nivel de juego mayor al exhibido, el miércoles, ante el Xerez, que, aseguró, 'no se repetirá'. 'Jugaremos mejor porque tengo unos profesionales extraordinarios y no nos conformamos con ganar. Tenemos que hacerlo mejor; por eso nos hemos ganado el respeto y, para mantenerlo, tenemos que jugar cada vez mejor', señaló el preparador azulgrana.

El enfrentamiento con el Deportivo se presenta como la ocasión perfecta para que los azulgrana demuestren a su técnico que el mal juego del miércoles fue un accidente, pues, según Guardiola, su motivación aumenta ante los rivales más complejos. Quinto en la Liga, con 25 puntos y ocho victorias, el equipo dirigido por Miguel Ángel Lotina lo es.

'El Depor es un equipo que está muy bien y, en los últimos 17 años, el Barça sólo ha logrado allí tres victorias; eso lo dice todo', recordó Guardiola, tirando de nuevo de la estadística que le conviene. No sólo eso. Los azulgrana no han logrado arrancar un triunfo de Riazor desde que Rijkaard dirigía el equipo, en la temporada 2004-05.

El curso pasado, en un partido ya intrascendente para la Liga, el Barça se conformó con un empate. 'Ganar al Depor no sería un golpe de autoridad ni a la Liga, pero sí muy importante; demostraría que somos capaces de seguir haciendo las cosas bien', aseguró Guardiola, que recupera a Busquests y Piqué y prescinde de Márquez, aún falto de tono.

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