Guerra intestina de las familias de Porsche por VW

El culebrón familiar que los diarios alemanes han venido sirviendo casi a diario en las últimas semanas no tiene precedentes. Sin asomo de rubor, las familias Porsche y Piëch escenifican su lucha por el poder en la empresa, a cuenta del ambicioso plan de fusión del tradicional fabricante de coches deportivos con Volkswagen, del que posee ya casi el 51% de las acciones. Porsche, que produce unas 100.000 unidades al año, pretende al gigante VW, que fabrica seis millones de vehículos en todo el mundo. Esta gigantesca Porschwagen emplearía a 400.000 personas.

Dos nietos del patriarca Ferdinand Porsche dominan el accionariado

Los principales rivales de este Dallas centroeuropeo son dos primos, Ferdinand Piëch y Wolfgang Porsche. Los dos son nietos del patriarca de la dinastía empresarial, Ferdinand Porsche, y sus respectivas familias dominan el accionariado de la casa de deportivos. Pero el austríaco Piëch, de 72 años, preside a su vez el consejo de vigilancia de Volkswagen, mientras que Wolfgang Porsche, de 66, encabeza el consejo de Porsche y a diferencia de su primo, se lleva muy bien con el director ejecutivo, Wendelin Wiedeking.

Las acciones de Porsche están en manos de las dos familias casi a partes iguales, si bien Piëch tiene algunas menos que su primo. Pero las decisiones estratégicas tienen que tomarse por unanimidad, y ambos quieren poner a sus hombres de confianza al frente del nuevo megaconsorcio.

Mala estrategia

Porsche recoge ahora los platos rotos de una estrategia impulsada a principios de 2005, cuando se hizo con el 21% de las acciones de VW. Con una serie de operaciones especulativas, llegó hasta el 42,6% en octubre de 2008. Pese al estallido de la crisis financiera ese mes, la cifra siguió aumentando hasta enero pasado, con el 50,8%.

El fabricante busca inversores árabes que le alivien del peso de la deuda

Pero el objetivo declarado de seguir subiendo hasta el 75% se había convertido ya en quimera. Porsche acumula una deuda de 9.000 millones de euros y anda en busca de inversores árabes para salir del agujero. VW, en cambio, tiene una liquidez de más de 11.000 millones.

En la presentación del nuevo VW Polo en Cerdeña el pasado día 12, Piëch aprovechó para atacar a su odiado Wiedeking, a quien responsabilizó de la precaria situación financiera del fabricante de deportivos. Al episodio de Cerdeña le siguió un nutrido intercambio de reproches entre Porsche y Piëch, al que se sumaron la dirección y el comité de empresa de VW.

¿Porsche se comerá a VW, o va a ser al revés? Dos semanas después, Piëch no acudió, sin dar explicaciones, a una importante reunión del consejo de vigilancia de Porsche en la que se evaluaban estrategias de salida de su difícil situación financiera. Wolfgang Porsche no pudo sacar adelante ninguna propuesta porque faltaba su primo para la votacion.

Falta liquidez

Porsche necesita 1.750 millones de euros de aquí al 19 de junio. No para hacer negocios, sino para garantizar el funcionamiento normal de su central en Stuttgart-Zuffenhausen. Según el portavoz de la compañía, Albrecht Bamler, se están negociando esos créditos con varios bancos, entre ellos el estatal KfW. El fabricante de deportivos estuvo al borde de la bancarrota entre el 22 y el 24 de marzo, según los semanarios Der Spiegel y Focus, y sólo se salvó porque VW le concedió un crédito puente de seis meses por valor de 700 millones.

Pero los primos mantienen el plan de fusión con VW, que las plantillas de las dos compañías ven con igual recelo. Para Karl-Heinz Büschemann, comentarista del diario Süddeutsche Zeitung, "el clan Porsche-Piëch saldrá ganando. Al final, esta gente poseerá la mitad de VW y tendrá con ello entre manos un valor de más de 30.000 millones de euros. Y sin embargo, la familia sigue discutiendo".