Este artículo se publicó hace 15 años.
La guerrilla denuncia la muerte de 3.200 civiles que el Gobierno atribuye a los tamiles
La guerrilla tamil denunció hoy la muerte de 3.200 civiles desde el domingo en bombardeos del Ejército de Sri Lanka, pero el Ministerio de Defensa asegura que son los rebeldes quienes perpetran los ataques.
"Están subiendo las bajas civiles, sin medicinas ni alimentos debido a los suministros limitados o negados (por el Gobierno) en el área de siete kilómetros cuadrados", aseguró el portal Tamilnet, afín a los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE).
El jefe de la Organización para la Rehabilitación de los Tamiles (TRO) -también ligada a la guerrilla-, Lawrence Christy, dijo hoy que más de 3.200 civiles han muerto desde el domingo por la tarde y pidió una intervención internacional para detener el "genocidio".
Los bombardeos se llevan a cabo en las áreas de Mullivaaykaal y Vadduvaakal, los únicos enclaves que quedan en manos de los rebeldes.
Según Tamilnet, el Ejército ceilanés ha utilizado cañones, ametralladoras del calibre 50, artillería y morteros durante los bombardeos, pese a que el Gobierno ordenó el pasado 27 de abril al Ejército que pusiera fin al uso de armas pesadas y de la aviación.
En un comunicado, el Ministerio ceilanés de Defensa negó hoy sin embargo las acusaciones de la guerrilla y afirmó que, en realidad, es el propio LTTE quien ataca a los civiles en el área bajo su control para propiciar una intervención internacional.
"Están bombardeando a sus propios civiles con armas pesadas para echar la culpa a las fuerzas de Sri Lanka. En su cálculo, creen que esto llevará a otros países a lanzar una cuerda de salvamento que redima sus almas", aseveró Defensa.
"El LTTE es impotente para resistirse a las fuerzas de Sri Lanka. Necesitan a sus amigos internacionales y recurrirán a cualquier cosa para atraerlos. Así que de nuevo los civiles son el objetivo", añadió.
Las reivindicaciones de uno y otro bando carecen de comprobación independiente porque está prohibido el acceso al área de batalla, una pequeña franja costera del noreste de la isla donde unos 50.000 civiles, según la ONU, se hacinan en la zona rebelde.
Tanto el LTTE como el Gobierno llevan a cabo desde hace meses una intensa campaña de propaganda para ganar apoyos en el conflicto, que se remonta al año 1983.
El Ejército de Sri Lanka ha delimitado una zona segura de unos 2,5 kilómetros en territorio rebelde para que los civiles atrapados puedan refugiarse de los ataques.
En las últimas semanas ha aumentado la preocupación internacional sobre las precarias condiciones de los civiles, pero el Gobierno ceilanés ha desoído las peticiones de otros países para que ponga fin a su ofensiva.
El LTTE lucha por conseguir un Estado independiente en el norte y este de la isla, donde es mayor la presencia de la etnia tamil.
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