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De Guindos dice que las cajas que se esperen a una segunda reestructuración, se equivocan

EFE

El director del Centro Price Waterhouse Coopers/Instituto de Empresa (PwC/IE) del sector financiero, Luis de Guindos, advirtió hoy de que las cajas de ahorros que "se esperen a una segunda vuelta" en el proceso de reestructuración del sector, "puede que se equivoquen".

Así se expresó De Guindos durante la presentación de un informe sobre el sector financiero y sobre los nuevos modelos de cajas elaborado por PwC/IE, en el que estimó que en los próximos días se podrían llevar a cabo nuevas fusiones y que si esas "son importantes", puede que no sea necesario realizar una segunda vuelta en el proceso de reestructuración.

Sobre la hipótesis de que sí se produzca una segunda oleada de fusiones, De Guindos aseguró que ya "no hay tiempo", no sólo porque finalice el plazo para pedir ayuda al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), si no porque puede que las cajas "estén entonces mucho peor que ahora".

De Guindos también indicó que la segunda intervención por parte del Banco de España de una caja de ahorros, en este caso de Cajasur, ha puesto de manifiesto que hay que acelerar la reestructuración y añadió que existe un gran consenso sobre la necesidad de que este proceso se lleve a cabo.

Según dijo, el retraso que se ha producido no sólo ha sido por los intereses creados en las cajas, sino también por el aumento del riesgo de la deuda soberana, que ahora es el "mayor problema" de las entidades españolas, ya que, según advirtió, "el riesgo país enlaza con el riesgo bancario".

Así, aseguró que "es imprescindible llevar a cabo políticas que trasladen "confianza y credibilidad" a los mercados, ya que en su opinión "esa sería la mejor ayuda al sistema bancario" español.

Además, abogó porque la reestructuración, que se debe realizar de forma correcta, ya sea mediante fusiones convencionales o por los Sistema Integrales de Protección (SIP), que es una alternativa "válida", tiene que desembocar en un sector que sea solvente, algo que según dijo, "es básico, ya que sino tenemos un problema".

Además, aseguro que las nuevas entidades deben ser capaces de "levantar capital", un aspecto fundamental una vez se implanten los nuevos requisitos de la normativa europea Basilea III.

Para De Guindos, las cajas necesitan entre 30.000 y 50.000 millones de euros para reforzar su capital.

Al respecto, el estudio presentado hoy propone que para que las cajas puedan acceder al capital, se homologuen las cuotas participativas a las acciones ordinarias y que las cajas traspasen toda su actividad bancaria a una entidad de crédito, o banco que sea subsidiario al 100 por ciento de la caja.

Dentro de esta última opción, dijo De Guindos, existen variantes que son que la caja renuncie a su carácter de entidad de crédito para convertirse en una fundación sólo regulada por la Ley de Fundaciones, que desarrollaría actividades benéfico-sociales y que sería propiedad del banco.

Al respecto, De Guindos aseguró que para llevar a cabo estas propuestas son necesarios cambios normativos, pero que no se debe imponer a las cajas el modelo, ya que cada una debe elegir el suyo.

Además, calificó de necesario la existencia de transparencia a la hora de cambiar el modelo de negocio de las cajas, para poder captar recursos propios de terceros.

"Los inversores sólo accederán al capital de las cajas si ven que estas entidades son solventes a futuro", concluyó De Guindos.

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