Este artículo se publicó hace 16 años.
Gustavo Dudamel dice poder hacer fiesta con la música clásica
El venezolano Gustavo Dudamel debuta dirigiendo una orquesta española este fin de semana al frente de la Orquesta Nacional de España (ONE), a cuyo podio llega con 27 años, una precoz carrera forjada en la Orquesta Juvenil Simón Bolívar y con un espíritu renovador.
El carismático director de orquesta es hoy una gran figura internacional, formada en el famoso programa de educación musical de Venezuela impulsado por José Antonio Abreu y conocido como "El Sistema", que agrupa a 250 formaciones musicales de niños y jóvenes (quiere llegar a involucrar a un millón de chavales) y cuyo buque insignia es la Orquesta Juvenil Simón Bolívar.
"Yo me inicié en orquestas infantiles y sigo dirigiendo la Simón Bolívar, pero para mí no hay diferencia con otras orquestas porque un artista es un artista, y siempre trato de trabajar a la misma velocidad", ha afirmado Gustavo Dudamel hoy sobre su trabajo al frente de la ONE, formación "con mucho espíritu y muy dispuesta", ha dicho.
Dudamel dirige, el viernes, sábado y domingo, el Concierto para violín de Beethoven, con Gidon Kremer como solista, y la Quinta Sinfonía de Prokofiev, una de las obras más exigentes del repertorio por su espíritu, según ha detallado.
La visita como director invitado se fraguó hace dos años, dada su agenda de vértigo, en la que incluye, además de sus compromisos en Venezuela, su trabajo como director titular de la Sinfónica de Gotemburgo y como director musical de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles.
Pero el músico venezolano, un carismático torbellino de energía alabado por la crítica y el público, hace gala de sus orígenes: "en mi mente no está irme de Venezuela. Soy un integrante más de ese proyecto; 'El Sistema' es mi familia y una razón de vida. Empecé con cuatro años y ahora tengo 27".
"El fenómeno de Venezuela es muy peculiar, porque un concierto de música clásica es como uno ir a uno de pop. El setenta o el ochenta por ciento de los asistentes son jóvenes, incluso niños. El hecho de que jóvenes toquen para jóvenes atrae mucho. Ver tocar la música con energía es una llamada para la gente joven. Es un deber decir que disfrutamos tocando música clásica. Podemos hacer fiesta con la música clásica", explica Dudamel.
Y es que, para el joven director de orquesta el gran peligro de la música clásica es que se convierta en una "rutina", tanto para el intérprete como el que va a escucharla. "Las orquestas han perdido al público joven por culpa de las orquestas; por decir: nosotros estamos aquí y somos intocables", advierte este artista, que convierte cada concierto en una "gran fiesta", sobre todo al frente de la Simón Bolívar.
De ella, afirma: "tiene algo especial, que es el componente visual", una formación de jóvenes llenos de energía.
Eso es lo que ha querido transmitir en su nueva grabación discográfica, "Fiesta", su tercer disco con la formación juvenil y el sello Deutsche Grammophon, en el que ha dejado constancia de una interpretación en directo de obras de autores latinos como Ginestera, Antonio Estévez, Arturo Márquez o Inocente Carreño.
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