Este artículo se publicó hace 14 años.
Haití dice que podría haber 200.000 muertos; aumenta la tensión
La tensión aumentaba entre los haitianos desesperados, que requieren de la ayuda internacional en agua y alimentos, que comienzan a escasear tres días después de un terremoto que las autoridades de la isla estiman que podría haber matado a 200.000 personas.
El golpeado Gobierno de Haití entregó a Estados Unidos el control de su principal aeropuerto para organizar los vuelos de ayuda de todo el mundo y distribuir los suministros en la empobrecida nación caribeña.
Camiones cargados con cadáveres han estado transportando los cuerpos a fosas comunes excavadas con rapidez en las afueras de la ciudad, pero se cree que miles de muertos aún están sepultados bajo los escombros.
"Ya hemos recogido alrededor de 50.000 cadáveres y anticipamos que habrá entre 100.000 y 200.000 muertos en total, aunque nunca sabremos la cifra exacta", dijo a Reuters el ministro del Interior, Paul Antoine Bien-Aime.
El secretario de Estado de seguridad pública, Aramick Louis, dijo más temprano que ya habían sido sepultados unos 40.000 cadáveres en fosas comunes.
Si las cifras se confirman, el terremoto de magnitud 7,0 que azotó a la empobrecida nación caribeña el martes sería uno de los 10 más letales de los que se tenga memoria en el mundo.
El ministro de Salud haitiano, Alex Larsen, dijo a Reuters que tres cuartas partes de Puerto Príncipe deberán ser reconstruidas.
Tres días después del seísmo, algunas pandillas comenzaron a atacar a los supervivientes que viven en las calles en campamentos de toldos improvisados con sábanas y palos, entre escombros y cadáveres en descomposición, mientras réplicas del temblor continuaban sacudiendo Puerto Príncipe.
Las autoridades informaron de algunos saqueos y de la creciente molestia entre los supervivientes, desesperados por la demora en la entrega de ayuda que podría salvar la vida de muchos. En tanto, Estados Unidos y otros países se apresuran para entregar comida, agua, suministros médicos a través de un aeropuerto repleto, un puerto destruido y caminos cubiertos de escombros.
LUCHANDO POR COMIDA
Los residentes hambrientos luchaban entre sí por bolsas de alimentos entregadas por los camiones de Naciones Unidas en el centro de Puerto Príncipe.
Un alto cargo de la ONU advirtió que el hambre avivará los problemas si la ayuda no llega pronto, aunque la situación de la ley y el orden sigue bajo control "por el momento".
"Ha habido algunos incidentes en los que la gente estaba saqueando o peleando por la comida. Ellos están desesperados, han estado tres días sin alimentos ni ayuda", dijo el subsecretario general de Naciones Unidas para las fuerzas de paz, Alain Le Roy al programa "The PBS NewsHour".
"Tenemos que asegurarnos de que la situación no empeore, pero para eso necesitamos asegurar que la ayuda venga lo más rápido posible, para que la gente que está muriendo por alimentos y medicinas los reciba lo antes posible", agregó.
La misión de Naciones Unidas responsable de la seguridad en Haití perdió al menos a 36 de sus 9.000 miembros cuando su sede central se derrumbó. Sus dos principales responsables no han sido encontrados.
El debilitado Gobierno haitiano no está en la mejor posición para gestionar la crisis. El seísmo destruyó el palacio presidencial, cortó las comunicaciones y la energía.
El presidente René Preval y el primer ministro Jean-Max Bellerive están viviendo y trabajando en el cuartel general de la policía judicial.
"No tengo casa, no tengo teléfono. Este es mi palacio ahora", dijo el presidente a Reuters en una entrevista.
"Tenemos que asegurarnos de que haya gasolina disponible (...) para los camiones que recogen los cadáveres. Los hospitales están llenos, ellos están abrumados", agregó.
PROMESA DE EEUU
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que prometió un paquete de ayuda inicial de 100 millones de dólares, prometió que su país hará lo que sea necesario para salvar vidas y poner a Haití nuevamente de pie.
"La escala de la devastación es extraordinaria (...) y las pérdidas son desgarradoras", dijo Obama en la Casa Blanca.
Obama dijo que Estados Unidos, Brasil, México, Canadá, Francia, Colombia, Rusia, Japón, el Reino Unido y otros países lograron llevar personal de rescate y logística, además de suministros. Mientras parte de la ayuda está llegando, la Casa Blanca espera que la logística mejorada hará más efectivo el esfuerzo.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, deberá visitar el país el sábado para reunirse con Preval en el aeropuerto. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, volará a Haití el domingo.
Aviones y barcos llegaron con equipos de rescate, perros de búsqueda, tiendas de campaña, unidades de purificación de agua, comida, médicos y equipos de telecomunicaciones, pero se enfrentan a un cuello de botella en el pequeño aeropuerto.
El control del tráfico aéreo, complicado por los graves daños que sufrió la torre del aeropuerto, ahora será controlado por el Ejército de Estados Unidos con el respaldo de un portavoz nuclear.
El USS Carl Vinson, con 19 helicópteros, llegó a Haití el viernes, abriendo un segundo canal significativo para entregar la ayuda. Los helicópteros de la Armada han comenzado a sacar agua de desde las costas y transportar a los heridos al hospital de campaña cerca del aeropuerto.
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