Este artículo se publicó hace 14 años.
Hay pocas pruebas de que diseño de un stent sea mejor que otro
Por Megan Brooks
Un nuevo stent ureteral,diseñado para ser más cómodo que la versión anterior, no lo es yademás resulta más costoso, señaló un equipo del Reino Unido.
Mientras que los stent ureterales son altamente efectivos enfacilitar el drenaje urinario, se los suele asociar con dolor yreducción de la calidad de vida, lo que impulsó a los fabricantesa modificar el diseño, publicó el equipo en The Journal ofUrology.
En un estudio prospectivo aleatorio, el equipo de KimDavenport, del Instituto Urológico de Bristol, comparó lossíntomas y la calidad de vida después de la colocación del stentPolaris (Boston Scientific) en 53 pacientes y del stent InLay (C.R. Bard) en 45 pacientes.
Paul Donovan, portavoz de Boston Scientific, señaló: "Elstent Polaris utilizado en el estudio, que comenzó en el 2002,fue el stent ureteral de doble durómetro de primera generación,que hemos reemplazado con nuestra ultratecnología Polaris".
El stent Polaris fue diseñado para "combinar los beneficiosde la facilidad para colocar un stent firme con la comodidad deun stent más corto", detalló el equipo.
El stent utiliza un recubrimiento HydroPlus para facilitar sudeslizamiento y mejorar la interface con el uréter. Un espiral dematerial más blando en la vejiga minimiza las molestias.
El recubrimiento hidrofílico del stent InLay, sobre el que serealizaron numerosos estudios para conocer su impacto en lacalidad de vida, facilita su colocación y se ablanda un 50 porciento con la temperatura corporal.
Los espirales de alta retención a cada extremo evitan que sedesplace. Un estudio publicado en el 2005 había sugerido que esmás tolerable que muchos otros stent.
Los participantes, de edades, género y característicasdemográficas similares, respondieron un cuestionario sobresíntomas estandarizado y validado (Ureteral Stent SymptomQuestionnaire) a las dos semanas de la colocación del stent y auna semana de su extracción.
Las respuestas no revelaron diferencias estadísticamentesignificativas entre los dos grupos.
El dolor fue el síntoma más común con el stent colocado: un94 por ciento de los pacientes con el stent Polaris y un 91 porciento con el stent InLay. La hematuria fue el segundo síntomamás habitual, en el 62 por ciento de los usuarios del Polaris yel 73 por ciento de los usuarios del InLay.
Más usuarios del stent Polaris que del InLay tuvieron lasensación de tener una infección urinaria (un 77 frente a un 70por ciento) y recibieron antibióticos (un 39 versus un 29 porciento) con el stent in situ.
El 43 por ciento de los usuarios del Polaris y el 36 porciento del otro grupo consultó a un médico por efectos adversospor el stent. El 66 por ciento de los pacientes tratados con elstent Polaris y el 60 por ciento de los usuarios del InLaydijeron que no usarían otro stent debido a los síntomas.
"El estudio no revela diferencias significativas en lacalidad de vida asociada con la salud entre los stent ureteralesInLay y Polaris, a pesar de sus diferencias", concluyó elequipo.
"Lo mejor sería evitar el uso del stent ureteral. Si seconsidera indispensable, los síntomas deberían minimizarse através de la disminución del período de uso porque existen pocaspruebas de que un diseño sea mejor que otro", afirman losautores.
FUENTE: Journal of Urology, 2010
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