La herencia de Doñana

No hablaba español, vivía sola y salía cada mañana a comprar la prensa extranjera. Eso es lo poco que sabían de Annette Sonia Stock los escasos vecinos que se la cruzaban por la escalera de su bloque, en Málaga. Nadie podía imaginar el amor que esta mujer inglesa, de más de 90 años, sentía por la naturaleza y, menos aún, por Doñana. Su albacea fue la primera persona en descubrirlo. Stock, recientemente fallecida, ha dejado toda su herencia al parque andaluz: un piso, una cuenta bancaria y una colección de libros de biología. Unos 200.000 euros en total, según un cálculo estimativo en función de los precios del mercado inmobiliario.

Quizá no sea mucho lo que se pueda hacer con ese dinero en un espacio natural expuesto a constantes amenazas, pero, desde luego, no es una cantidad desdeñable para una zona siempre ávida de financiación. "Se trata de una donación importante, tanto como otras más elevadas económicamente; a veces se valora más desde fuera la riqueza medioambiental que tenemos", afirma Juan Manuel López, delegado de la Consejería de Medio Ambiente en Huelva.

Stock deja un piso, una cuenta bancaria y una colección de libros

López desconoce, por el momento, en qué se invertirá el dinero. Pero sobran ideas. Un ejemplo: esos 200.000 euros suponen alrededor del 4% de la financiación de un año delprograma Conservación y reintroducción del lince ibérico en Andalucía, que asciende a casi 26 millones de euros en el periodo 2006-2011.

Stock fue hallada muerta en su vivienda, en La Cala del Moral (Rincón de la Victoria, Málaga), aproximadamente un mes después del fallecimiento, según Elena José, su albacea. "Era viuda, no teníahijos y llevaba muchísimos años en Málaga; tenía aquí una amiga pero falleció hace varios meses", explica. En el piso, un segundo sin ascensor con vistas al mar, también había una colección de música clásica. "Dicen los vecinos que la oían escribir a máquina", añade.

Las donacionesEl dinero asciende a unos 200.000 euros, según un cálculo estimativo

Nunca antes una persona había dejado toda su herencia al parque, pero no es la primeravez que se produce una donación. De hecho, Doñana nace a partir de ellas. "Hubo un tiempo en el que funcionábamos por donaciones, no había fuentes de financiación para investigar", explica el director de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), Fernando Hiraldo. Y cuenta una anécdota muy ilustrativa: "La secretaria de José Antonio Valverde [artífice de la reserva] gestionaba los permisos para los visitantes, generalmente extranjeros, y se enteraba de quién tenía dinero. Luego, un invitado recomendado por el príncipe Bernardo de Holanda, se ponía su traje y lograba donaciones como coches o suscripciones a revistas científicas".

Ahora, prácticamente no existen donaciones directas. En este caso, el Consejo de Gobierno andaluz aceptó la herencia y ha quedado adscrita a Medio Ambiente.