Este artículo se publicó hace 16 años.
Hillary Clinton y Barack Obama cortejan a los "superdelegados"
La posibilidad de que el candidato demócrata a la Casa Blanca no se decida hasta la convención del partido en agosto, ha obligado a los senadores Hillary Clinton y Barack Obama a centrar su atención en los "superdelegados", un selecto grupo que podría tener la última palabra.
Los "superdelegados" son funcionarios elegidos o designados por el partido que tienen asiento y voto no comprometido en la convención donde se proclama al candidato demócrata y tienen, por tanto, la libertad de votar por quién mejor les parezca.
Esta figura fue creada en 1982 con el fin de dar más peso a los "entendidos" del aparato del partido a la hora de decidir el candidato demócrata que se enfrentará al rival republicano en las elecciones.
Forman parte de este selecto grupo los gobernadores, congresistas, ex presidentes y otros funcionarios y personalidades del partido.
En total hay 796 "superdelegados" en liza, y si ni Obama ni Clinton consiguiesen hacerse en las primarias y "caucus" con los 2.025 delegados necesarios para lograr la nominación demócrata, esta figura sería decisiva en la Convención de Denver en agosto.
En este contexto, los "superdelegados" ya son objeto de intensas campañas por parte de los dos senadores, según los diarios New York Times y Washington Post.
"Todos hemos sido bombardeados con correos electrónicos", dijo Donna Brazile, miembro del Comité Nacional Demócrata.
Tanto Obama como Clinton han reservado unas horas a la semana para llamar a los "superdelegados" y sus campañas también hacen todo lo posible para persuadir, con mucho tacto, a aquellos que creen más favorable a su candidato.
La campaña de Clinton ha decidido contactar a los "superdelegados" con amigos cuidadosamente seleccionados, pero también a través de personalidades con nombre, como la ex secretaria de Estado Madeleine Albright.
También Bill -él mismo un "superdelegado"- y Chelsea Clinton se encargan de llamar a estos delegados, según la prensa.
Obama, por su parte, cuenta con Tom Daschle, ex líder de la mayoría en el Senado, así como con la Gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, y el senador John Kerry, quien fue candidato demócrata a la Presidencia en las elecciones de 2004.
"Ahora mismo ambos están intentando convencer a los "superdelegados" que aún no se han decidido; y lo tienen realmente difícil", afirmó Mike Berman, quien apoya a Clinton y participó en 1984 en la campaña de Walter Mondale, la última ocasión en la que los "superdelegados" jugaron un papel decisivo.
En aquel momento, los "superdelegados" apoyaron ampliamente a Mondale, lo que le convirtió en candidato demócrata en detrimento de Gary Hart, con el que había mantenido un cuerpo a cuerpo en las primarias y "caucus" del partido.
Según el Washington Post, de momento 213 "superdelegados" se han comprometido con Hillary Clinton, mientras que 139 se han decantado por Obama.
Los dos precandidatos discrepan sobre la figura de los "superdelegados", pues el senador por Illinois considera que deben votar de acuerdo con los resultados de las primarias y "caucus", y Clinton opina lo contrario, que deben ser independientes.
"Yo creo que si ganamos la mayoría de los estados y delegados por decisión de la mayoría de los votantes del país, sería problemático para los "superdelegados" cambiar la decisión de los votantes", señaló Obama desde Seattle (Washington).
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