En la víspera de su investidura como Jefe de Estado de Francia, el socialista François Hollande reunió hoy a la plana mayor de su partido y les alentó a conseguir una mayoría "amplia, sólida y leal" en las legislativas de junio, que le ayude a cumplir el proyecto con el que ganó los comicios del 6 de mayo.

Tras tomar posesión de su cargo, Hollande anunciará el nombre del nuevo primer ministro, y se prevé que el mismo martes viaje a Alemania para entrevistarse con la canciller alemana, Angela Merkel, para tratar sobre la política de austeridad y crecimiento de la UE.

En su discurso pronunciado ante la cúpula del Partido Socialista francés, Hollande pidió de cara a los comicios de junio "un voto de coherencia", no solo para apoyar al próximo gobierno, sino también para que le sea posible tomar iniciativas.

Hollande se reconoció "producto" del PS y agradeció a ese partido lo aprendido tanto en sus éxitos como en sus fracasos, y dejó constancia que se pronuncia por última vez ante su consejo nacional "durante al menos los próximos cinco años", en los que tendrá que cumplir su mandato como presidente de Francia.

El socialista, a quien esta semana le espera una agenda nutrida ya en su nuevo cargo, dejó constancia de que si ese partido quiere repetir victoria en las legislativas de los próximos 10 y 17 de junio necesita ante todo unidad.

"Para ganar unas elecciones hay diversas condiciones. La primera es la unidad, que ya estuvo a la altura", indicó el presidente electo, que mañana sucederá al conservador Nicolas Sarkozy al frente del país.

Ante el atento seguimiento de los favoritos según todas las quinielas para ser nombrados jefe de Gobierno - el hasta ahora jefe de los diputados socialistas, Jean-Marc Ayrault, y la primera secretaria de la agrupación, Martine Aubry - recordó también que es necesario encarnar la reconciliación de la ciudadanía.

Estar al servicio de Francia y abrir nuevos caminos que los ya tomados, un punto en el que hizo referencia especial a la "reorientación de Europa", completaron la hoja de ruta con la que animó a esos militantes a seguir luchando por la victoria que complete su proyecto.

Este encuentro, el primero desde que a principios de mayo saliera vencedor de las presidenciales, marca el lanzamiento de la campaña para esos nuevos comicios, en los que su expareja y excandidata socialista a la Presidencia francesa Segolène Royal instó al voto para poder pasar "de las palabras a los actos".

"Debemos estar a la altura", les dijo además Hollande, consciente de que se le ha confiado "una gran responsabilidad en un contexto de gran gravedad", en el que todos saben, aseguró, "lo que pasa en la zona euro".

Hollande, que este martes tendrá su primer encuentro en Berlín con la canciller alemana consideró que el futuro del quinquenio y sus posibilidades de cambio se deciden el próximo mes de junio, y recordó a las bases de su partido que "lo más duro empieza ahora".

Igualmente consciente de la dificultad de esa labor, la encargada de clausurar esta cita, Aubry, subrayó a los presentes que todos son "esenciales" para triunfar en esas próximas elecciones, de las que destacó la necesidad de darle "una fuerte mayoría al cambio".

Para Hollande este encuentro supuso su segunda comparecencia del día ante los medios, horas después de haber dejado claro que es consciente de que en su nueva responsabilidad no puede esperar que la prensa le trate con condescendencia.

La oportunidad de demostrar si está a la altura le llegará ya esta semana, en la que se va a anunciar el nombre del primer ministro y del nuevo Ejecutivo, y en la que su agenda internacional dará sus primeros pasos.

En ella, además de viajar a Berlín este martes, se desplazará el fin de semana a Estados Unidos para, tras entrevistarse con el presidente Barack Obama, participar sucesivamente en las cumbres del G8 y de la OTAN, ante la que formalizará la retirada anticipada de las tropas de Afganistán.