Este artículo se publicó hace 14 años.
El hombre acusado de asfixiar a su pareja en Reus dice que estaba muerta cuando él llegó
Aurelio P.J., el hombre acusado de asfixiar hasta la muerte a su pareja, en octubre de 2009, en el domicilio que ambos compartían en Reus (Tarragona), ha asegurado hoy en el juicio que se la encontró sin vida tras regresar a casa después de comprar droga.
El acusado ha comparecido en el juicio por estos hechos que se ha iniciado hoy con jurado popular en la Audiencia de Tarragona.
El fiscal considera los hechos constitutivos de un delito de homicidio con la agravante de parentesco y pide para el acusado 15 años de cárcel, además de una indemnización de 150.000 euros a cada uno de los dos hijos de la víctima, mientras que la defensa reclama la libre absolución de su cliente.
El acusado ha explicado que el día de autos, el 9 de octubre de 2009, se marchó de casa antes de las nueve de la mañana "para buscar droga" y que, en ese momento, la víctima, Reyes R.G., estaba en la cama, intoxicada por el consumo de sustancias estupefacientes y somníferos, pero "con vida".
Según ha explicado, cuando al mediodía regresó al domicilio, situado en un local de la avenida Barcelona de Reus, se encontró a su pareja "pálida", la golpeó con el bote de los tranquilizantes para hacerla reaccionar y, al ver que no daba señales de vida, llamó al teléfono de emergencias 112 solicitando ayuda.
"Al ver que no reaccionaba, me dio rabia y le di con el bote en la frente, que se rompió, causándole una herida", ha asegurado.
Por su parte, el amigo que le acompañaba cuando descubrieron el cadáver ha mantenido que el acusado nunca maltrató a su compañera sentimental y que siempre "la trataba como a una reina".
La defensa sostiene que una tercera persona no identificada mató a la mujer mientras el acusado estaba fuera de casa, ya que junto al domicilio donde tuvieron lugar los hechos hay un bar donde suelen reunirse toxicómanos.
En cambio, el fiscal considera que Aurelio P.J. se dirigió a la víctima, con quien mantenía desde hacía un año y medio una relación sentimental, y, sin motivo aparente, le propinó numerosos golpes en la cara, el cuello y el cráneo con un cenicero, un bote de cristal y con el puño para, posteriormente, asfixiarla hasta la muerte.
Está previsto que el juicio por este caso se alargue hasta el próximo viernes.
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