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A los hombres de negro les gusta bajar los sueldos

La propuesta del FMI y la Comisión Europea de rebajar los costes salariales es una constante dentro de las medidas que la troika impone en los países que piden ayuda a los organismos internacionales

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Grecia ha visto reducido los salarios de sus trabajadores en un 23% desde que empezara la crisis. Irlanda y el país heleno lideran la lista de los países que más han recortado en los sueldos de sus empleados. La última medida aprobada por Irlanda el pasado mes de febrero consistía en rebajar los salarios hasta un 10% a los funcionarios que ganen más de 65.000 euros anuales. Esta es una de las tantas imposiciones en materia salarial que la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) ha hecho a aquellos países con mayores dificultades económicas. ¿Será España quién lidere en pocos meses esa misma lista?

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La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han unido sus fuerzas para pedir esas mismas rebajas salariales en España. El pasado viernes el FMI señalaba que sería beneficioso un pacto social para aumentar la contratación "significativamente" a cambio de una bajada de sueldo del 10% en dos años. Olli Rehn, vicepresidente económico de la Comisión Europea, se unía el martes a esta medida que busca más flexibilidad salarial y acelerar los objetivos de la reforma laboral. 

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La Comisión Europea recomienda a España seguir la estela de Irlanda y Letonia para la recuperación económica lo que supone que desde Europa tratan a España como si fuese un país rescatado. De esta forma, le recomienda seguir las recomendaciones que la troika está acostumbrada a introducir en los programas de rescate y la negociación de la disminución de los costes laborales. 

Las políticas de austeridad impuestas por Bruselas y la troika han hecho mella en países como Grecia, Portugal y Chipre. Parece que Irlanda y Letonia son aquellos que ven el final del túnel después de someterse a las medidas estrictas que van desde recortes en la sanidad, educación, pensiones, sueldos y protección social  hasta reformas laborales y privatizaciones. 

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Todos los países con exceso de déficit público han llevado a cabo reformas laborales centradas en la reducción del estado del bienestar, de los derechos laborales -como la prestación por desempleo- y de los salarios de los trabajadores. España no es una excepción ya que desde el año 2010, los trabajadores españoles han visto reducido su sueldo un 6,3% sin que esto haya repercutido lo más mínimo en el empleo.

Grecia ha sido, sin duda, la más castigada por las instituciones europeas. El país heleno ha visto reducido, desde el comienzo de la crisis, hasta un 23% los salarios de sus empleados públicos y la troika proyectaba a mitad de este año una disminución de los costes laborales del 15% entre 2012 y 2015. En un primer memorando se exigía al Gobierno de Yorgos Papandreu aligerar las indemnizaciones por despido y facilitar los ERE, reducir la remuneración de las horas extra y establecer un salario un 16% por debajo del mínimo interprofesional a los nuevos contratos para jóvenes menores de 25 años, aumentar el periodo de prueba a un año o fomentar los contratos temporales y de media jornada. A día de hoy, el mínimo ya se ha reducido un 22%, en el caso de los jóvenes un 30%.

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Unas medidas "injustas", según las calificaciones del propio FMI, basadas también en eliminar 15.000 empleos públicos hasta finales de 2.014, de los que 4.000 abandonarán su ejercicio este año y 11.000 el próximo. Las bajas se producirán mediante jubilaciones anticipadas y la eliminación de puestos que se han vuelto superfluos con la fusión de numerosas instituciones públicas. Incluso en el año 2011, los agentes de la troika pidieron al país heleno la eliminación del Acuerdo Colectivo Nacional General de Trabajo que regula el salario mínimo para los trabajadores griegos que por esa época se encontraba en los 540 euros frente a los 641 euros de mínimo en España.

En el caso de Irlanda, el pasado mes de febrero el Gobierno de Dublín aprobaba un nuevo marco salarial para los funcionarios basado en las reducciones y congelaciones de sueldos hasta 2016. De esta forma, aquellos que ganen entre 65.000 y 80.000 euros lo verán reducido un 5,5%,  los que se sitúen entre los 80.000 y los 150.000 euros anuales la reducción será del 8%, entre los 150.000 y 185.000 será del 9% y, para los que superen esas cifras se sitúa en el 10%. A esta reciente medida habría que añadirle las bajadas registradas desde que comenzara la crisis que situaban en reducciones alrededor del 15% en los salarios de los funcionarios. 

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En cuanto a Portugal, las medidas impuestas por la troika no han sido más benévolas. A través un informe publicado en enero de este mismo año por el FMI, se aconsejaba al Gobierno luso a tomar varias decisiones para reducir en 4.000 millones de euros el gasto público a través, una vez más, de reducir funcionarios, sueldos y pensiones. De esta forma, Portugal tendría que despedir entre un 10 y un 20% de sus empleados públicos y entre un 3,5 y un 7% los sueldos de éstos. Además, el FMI recomendó a Portugal la reducción de hasta un 30% en los suplementos de los trabajadores que ya vieron congelados sus sueldos y su subsidio de paro en el año 2010.

¿Son tan malos los sueldos en España? Las estadísticas demuestran que España es de los pocos países donde se ha visto reducido el coste de mano de obra en los últimos años, según datos de Eurostat. El coste laboral medio en España, según el Instituto Nacional de Estadística, es de 2.480 euros mensuales, de lo que 1.809 euros corresponde al coste salarial. Unos datos que no han variado mucho con respecto al tercer trimestre del 2010, año en el que comenzó la crisis de deuda y  en el que este coste laboral se encontraba en los 2.466 euros, frente al coste salarial que era de 1.802 euros.

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Los costes laborales, o lo que a una empresa le cuesta producir en España, se redujeron un 0,8% en 2012. El principal motivo es la reducción salarial pronunciada que se ha producido en el último año, lo que además tiene un fuerte impacto en el día a día de los ciudadanos, ya que mientras sus sueldos se devalúan, la inflación ha aumentado hasta el 8%.

Sin embargo, la troika somete a una presión constante al Gobierno español para que se lleven a cabo las mismas medidas impuestas a países rescatados. Los funcionarios han visto congelados y reducidos sus sueldos e incluso han visto como sus pagas extras han sido eliminadas. Los puestos de trabajo se han reducido, los jubilados no son sustituidos y las renovaciones de los contratos extinguidos brillan por su ausencia. 

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Resulta llamativo como desde la troika piden grandes reducciones salariales a aquellos países con más dificultades económicas cuando los propios responsables de las instituciones tienen sueldos casi de directivos de grandes empresas para esta época de crisis. En el caso de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, tiene un salario base de 467.940 dólares al año (unos 324.000 euros) y un suplemento para gastos de representación de 83.760 dólares anuales (58.000 euros), lo que asciende a un total anual de 551.700 dólares (unos 383.000 euros), después de impuestos.

En la Comisión Europea los datos no son mucho más austeros. El salario bruto del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, a partir de los datos facilitados por la propia institución, asciende como mínimo a más de 30.500 euros mensuales -366.000 euros anuales-, sin incluir las actualizaciones, ni complementos por hijos. En el caso de un vicepresidente del Ejecutivo comunitario, como es el caso de Olli Rehn, el salario bruto supera los 27.300 euros mensuales -327.000 euros anuales-, y los comisarios ganan más de 24.374 euros mensuales -292.164 euros anuales-.

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