Este artículo se publicó hace 13 años.
Hombres en tacones marchan por las calles de El Paso
Con zapatos de tacón en su mayoría de color rojo, más de doscientos hombres de todas las edades marcharon anoche por El Paso (Texas) para levantar su voz de inconformismo por la violencia doméstica que afecta a las mujeres de esta localidad.
La marcha denominada "Walk a mile in her shoes" ("Camina una milla en sus zapatos") fue instaurada en esta ciudad estadounidense por la organización sin ánimo de lucro YWCA, dedicada a eliminar el racismo en todos sus niveles y a luchar en contra del maltrato femenino.
"Nuestro propósito es que todas las personas tomen conciencia del gran problema que vivimos por el abuso sexual y la discriminación de género en contra de las mujeres", manifestó a Efe la doctora Sandra Braham, directora ejecutiva de YWCA.
Braham señaló que durante el año fiscal que terminó el pasado 31 de agosto, se reportaron en esta ciudad 377 casos de abuso sexual, de los cuales el 94 por ciento fueron cometidos en contra de mujeres, desde los dos 2 hasta los 67 años.
"Queremos evitar que esta cifra siga en aumento, porque sabemos que son muchos más los casos existentes que jamás se reportan a las autoridades pertinentes", argumentó la directora.
Bomberos, policías, militares y miembros de organizaciones sociales, también se pusieron sus zapatos de tacón y marcharon por las calles de la ciudad apoyando la causa.
"Esta marcha sirve para educar a la comunidad en general sobre el respeto y la consideración que se le debe tener a la mujer en todas las clases sociales", indicó Rubén Rivera, participante de la jornada.
"Camina una milla en sus zapatos" celebra este año su décimo aniversario a nivel nacional, pero en El Paso es la segunda ocasión que se realiza.
"Nuestra comunidad necesita de actos de esta índole que se opongan al maltrato físico, verbal o mental en contra del sexo femenino", dijo a EFE Erik Baray, portavoz de YWCA.
Durante el recorrido de una milla (1.600 metros), los participantes llevaron carteles que decían: "Soy lo suficientemente hombre", para dar a entender que un hombre de verdad no ultraja a ninguna mujer.
Esposas, hijas y amigas, también se dieron cita allí para demostrar su apoyo y admiración a los hombres que sin reparo alguno se montaron en los altos tacones e iniciaron con enormes problemas una corta marcha que a muchos se les hizo eterna.
"Pensé que no iba a llegar a la meta, pero lo hice por apoyar esta hermosa causa", adujo Eduardo Robles, quien recordó a su vez que el dinero recaudado durante la marcha servirá para continuar los programas de ayuda a las víctimas de maltrato y abuso sexual.
Una vez finalizado el recorrido, los participantes disfrutaron de un recibimiento con música y pasa bocas, además se les ofreció masajes en los pies, ya que muchos llegaron con ampollas ocasionadas por los incómodos zapatos.
"A pesar de que fue muy duro, lo volveré a hacer el año que viene. No podemos seguir permitiendo en nuestras sociedades que la mujer sea maltratada, ni que se le limiten sus oportunidades laborales por motivo de su género", argumentó Iván Flórez, quien junto con sus amigos lució unos tacones de 4 pulgadas de altura.
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