Este artículo se publicó hace 15 años.
Honduras tensa el debate previo a la Cumbre Iberoamericana
Presidentes de América Latina, Portugal y España comenzaban a llegar el domingo a Lisboa para una nueva cumbre Iberoamericana, que pretende enviar un mensaje de optimismo sobre la salud de la economía regional pero se encontrará previsiblemente con un obstáculo mayor en cuanto a la crisis política en Honduras.
El país centroamericano celebra este domingo unas elecciones presidenciales promovidas por un Gobierno de facto, que se abraza al respaldo que Estados Unidos y algunos países de la región han dado al proceso, mientras que el depuesto mandatario Manuel Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, ha llamado a la población a no votar.
Una fuente diplomática dijo a Reuters que más allá de la discusión formal que plantea la Cumbre Iberoamericana, que es sobre innovación y conocimiento, se espera una dura batalla política en el debate a puerta cerrada entre los líderes sobre si el encuentro debería enviar o no un mensaje de rechazo a las elecciones.
La fuente, que pidió no ser identificada porque los debates previos sobre el documento final de la cumbre son privados, dijo que "Honduras será el gran tema. Se va a plantear el debate y no se sabe qué podrá salir de ahí".
El gran ausente de la cumbre será el presidente venezolano Hugo Chávez, uno de los más fieles respaldos de Zelaya. Tampoco estarán presentes los presidentes de Bolivia, Evo Morales; de Uruguay, Tabaré Vázquez, ni de Paraguay, Fernando Lugo.
La ausencia de Chávez también enfría la posibilidad de nuevos roces entre Venezuela y Colombia, que atraviesan un tenso impás diplomático por un acuerdo militar firmado entre Bogotá y Washington, que permite a tropas estadounidenses usar bases militares en el país sudamericano.
FORO EMPRESARIAL
Las primeras apariciones públicas de presidentes invitados a la cumbre serán las de la argentina Cristina Fernández y la chilena Michelle Bachelet, que prometieron asistir a un foro empresarial que se desarrolla desde el domingo por la mañana.
Allí, los empresarios reunidos culminaron la primera mitad de la jornada de discusiones con un mensaje de cauto optimismo para el futuro de la economía latinoamericana, en un momento en el que comienza a disiparse la peor depresión económica global en décadas.
Enrique Iglesias, secretario general iberoamericano, cerró el debate con un resumen de las exposiciones y aseguró que "no es prudente pensar que la crisis ha terminado (...) Es necesaria gran cautela, llevará años que todos los efectos sean absorbidos".
Pero luego insistió en que el mundo económico global que surgirá tras la crisis tendrá a los países emergentes en el centro de la escena y auguró un futuro prometedor para América Latina porque hizo "los deberes macroeconómicos" y seguirá gozando de la sólida demanda de materias primas desde Asia.
Francisco Luzón, director general para América Latina de Grupo Santander, dijo durante el foro que pese a los avances la región debe seguir trabajando en las reformas de política macroeconómica, especialmente para mejorar sus mercados de capitales.
Puso como ejemplo la oferta pública inicial que Santander hizo en Brasil, una de las más grandes en la historia de la región, como un camino a seguir para fortalecer el ambiente de negocios.
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