Este artículo se publicó hace 15 años.
Los hondureños eligen presidente con América dividida
Los hondureños comenzaron a votar el domingo para elegir un nuevo presidente, en medio de una profunda crisis política a raíz del golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya en junio, que sembró la división entre América Latina y Estados Unidos.
Los más de 5.300 centros de votación abrieron a las 7:00 hora local (13:00 GMT) para recibir a las cerca de 4,6 millones de personas habilitadas para votar, y cerrarán a las 16:00 horas. Dos horas después del cierre se conocerán los primeros resultados, según prometió el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Los comicios llegan con un panorama incierto para Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa desde el 21 de septiembre y quien acusa al Gobierno del estadounidense Barack Obama de haberlo abandonado en sus intentos de ser restituido por el Gobierno de facto.
Estados Unidos condena el golpe, pero últimamente ha suavizado su posición al avalar las elecciones, donde los principales candidatos presidenciales, Porfirio Lobo, del Partido Nacional, y Elvin Santos, del Partido Liberal de Zelaya, han dicho que la restitución es un asunto que debe decidir el Congreso.
La crisis de Honduras, un empobrecido país productor de textiles y café, parece haber puesto fin a la luna de miel entre Obama y Latinoamérica, donde gobiernos izquierdistas como Brasil, Venezuela, Argentina, El Salvador y Nicaragua han dicho que no reconocerán al Gobierno que sea elegido este domingo.
Zelaya y estos países aliados consideran ilegítimos los comicios organizados por el Gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti, quien tomó el poder horas después de que militares expulsaran del país al mandatario a punta de rifle.
ESPERANZAS Y TEMORES
Muchos votantes llegan a las urnas con la esperanza de que con un nuevo mandatario la crisis quede atrás, pero también con temores de que estallen incidentes de violencia durante la jornada, para la que Zelaya ha llamado a la abstención.
"Me parece que no hay grandes propuestas de ninguno de los dos candidatos, pero hay que ir a votar, hay que dejar atrás esta crisis", dijo el sábado Marlene Corea, una vendedora de 40 años en un mercado agrícola de Tegucigalpa.
Entre el viernes y el sábado, varios artefactos explosivos detonaron en escuelas preparadas como centros de votación, principalmente en la norteña ciudad de San Pedro Sula, el centro industrial del país, y en una emisora de radio en Tegucigalpa.
Lobo, Santos y el Gobierno de facto redoblaron sus llamamientos a votar, en un país donde la abstención es de por sí alta. En 2005, cuando Zelaya derrotó a Lobo, sólo votó un 55 por ciento de los habilitados.
Si bien el voto es obligatorio por ley, en la práctica no hay mecanismos coercitivos para quienes no votan.
el principal socio comercial de Honduras - y luego por la crisis política, que provocó la cancelación casi total de la ayuda internacional.
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