Este artículo se publicó hace 14 años.
Hormona del "amor" podría ayudar en síntomas autismo: estudio
Por JoAnne Allen
Una hormona que se cree que estrechalos lazos entre las madres y sus bebés podría fomentarconductas sociales en algunos adultos con autismo, dijeroninvestigadores franceses.
El equipo halló que los pacientes que inhalaban la hormonaoxitocina prestaban más atención a las expresiones cuandomiraban imágenes de caras y eran más propensos a entendergestos sociales en un juego de simulación, dijeron los expertosen la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Angela Sirigu, del Centro de Neurociencia Cognitiva en Lyony líder del estudio, dijo que la hormona tiene un potencialterapéutico en los adultos y también en los niños con autismo.
"Por ejemplo, si la oxitocina es administrada temprano,cuando se hace el diagnóstico, podríamos quizás modificar laincapacidad de los pacientes autistas a desarrollarse ensociedad", explicó Sirigu en un email.
La especialista dijo que el estudio se centraba en lahormona porque se sabe que cumple la función de establecerlazos entre las madres lactantes y sus hijos y debido a queinvestigaciones previas demostraron que algunos niños conautismo tienen bajos niveles de oxitocina.
Las personas con el síndrome Asperger y otros desórdenesdel espectro autista a menudo tienen problemas en lainteracción social.
Sirigu dijo que la oxitocina podría ayudar a los pacientesautistas que tienen funciones intelectuales normales ycapacidades lingüísticas relativamente buenas porque mejora el contacto visual.
"El contacto visual puede ser considerado el primer paso dela interacción social", dijo Sirigu. Pero las personas conautismo a menudo evitan mirar a los otros a los ojos.
"En nuestro estudio demostramos que la oxitocina mejora elcontacto visual porque los pacientes pasaron más tiempo mirandoa los ojos", explicó.
La hormona, señaló, también eleva la capacidad de lospacientes autistas de entender las respuestas de otraspersonas, lo que puede ayudarlos a aprender las reaccionesapropiada a la conducta de los otros.
En el estudio, el equipo de Sirigu administró oxitocina a13 personas con desórdenes del espectro autista de altofuncionamiento antes de participar en dos experimentos.
Los pacientes, 11 hombres y dos mujeres, no tomaronmedicación dos semanas antes del estudio, que también incluyóun grupo de control con la misma cantidad de hombres y mujeressanos.
Los investigadores observaron las respuestas de losparticipantes durante un juego en el que debían arrojarse unapelota virtual para medir sus cambios actitudinales.
En otro experimento, el equipo de Sirigu analizó cómo lospacientes respondían a las expresiones faciales cuando lesmostraban imágenes con caras humanas.
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