Este artículo se publicó hace 16 años.
Los hostigadores disfrutan al ver sufrir a los demás: estudio
Por Julie Steenhuysen
Un grupo de investigadores reveló elviernes que los adolescentes con antecedentes de comportamientohostigador realmente sentirían placer al ver sufrir a otraspersonas.
Si bien esto no es novedad para quienes alguna vez hanpadecido hostigamiento, no es lo que esperaban hallar losexpertos a partir del análisis de los cerebros de jóveneshostigadores, indicó en una entrevista Benjamin Lahey, de laUniversity of Chicago, quien participó del estudio.
"El motivo por el cual nos sorprendimos es que laperspectiva reinante es que estos chicos son fríos eindiferentes en su agresión", dijo Lahey, cuyo estudio fuepublicado en la revista Biological Psychology.
Pero "esto parecería mostrar que les importa y mucho",señaló Lahey, quien trabajó en el estudio con Jean Decety,también de la University of Chicago.
Los investigadores compararon a ocho varones de 16 a 18años que presentaban desorden agresivo de la conducta con ungrupo de adolescentes sin signos aparentes de agresividad.
Los chicos con el desorden conductual habían exhibidocomportamientos negativos, como iniciar peleas, usar armas yrobar a sus víctimas luego de confrontar con ellas.
El equipo le mostró a ambos grupos videoclips de alguieninfligiendo dolor en otra persona y controlaron su actividadcerebral a través de imágenes por resonancia magnéticafuncional (IRMf).
Entre los adolescentes agresivos, las zonas del cerebrorelacionadas con la sensación de recompensa, como la amígdala yel estriado ventral, se volvieron muy activas cuando observabanel dolor infligido sobre otras personas.
Por otro lado, los cerebros de los adolescentes con signosde agresividad mostraban poca actividad en la región vinculadacon la autorregulación, es decir la corteza frontal y el crucetemporoparietal, comparado con el grupo de control.
"Es completamente posible que sus cerebros se activen deesa forma porque viven la experiencia de ver sufrir a otroscomo excitante, divertida y placentera", dijo Lahey.
"Debemos probar mejor esa hipótesis, pero (por ahora) esoes lo que parece", añadió el experto.
Lahey indicó que las diferencias entre ambos grupos fueronimportantes, pero advirtió que el estudio era pequeño y querequiere ser confirmado por una investigación más amplia.
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