Este artículo se publicó hace 14 años.
La hucha de provisiones está a punto de vaciarse
Las entidades financieras españolas tuvieron que llenar de forma paulatina en la época de vacas gordas una hucha para poder hacer frente a la morosidad cuando llegaran las vacas flacas. Y llegaron. Y lo hicieron con tanta virulencia que, después de tres años de crisis, ya se han agotado prácticamente esos ahorros.
Salvo honrosas excepciones (los dos grandes bancos tienen reservas hasta mitad de 2011), la mayoría de las entidades financieras españolas tendrán que empezar desde principios de 2011 a financiar directamente con sus beneficios todas las dotaciones contra los impagos crediticios. Eso les supondrá un importante castigo a sus cuentas e, incluso, en varios casos provocará que entren en pérdidas.
Y para acrecentar sus dificultades, la nueva normativa de provisiones del Banco de España, que entró en vigor el pasado 1 de octubre, aunque se aplicó ya en las cuentas del tercer trimestre, les ha provocado costado un buen bocado de esas provisiones (denominadas genéricas) que tenían guardadas.
Sólo las cinco grandes entidades (Santader, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y Popular) tuvieron un coste de 1.205 millones con la nueva circular. Una parte de esa cuantía salió de las genéricas y el resto se pagó con los beneficios.
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