Público
Público

Hugh Jackman lleva el brillo de Broadway a la gala de los Oscar

Reuters

El actor australiano Hugh Jackman, el primer presentador de la entrega de los Oscar en más de dos décadas que no es un comediante, llevó el domingo parte del brillo de Broadway a la transmisión de los Premios de la Academia, al frente de un espectáculo animado con canciones y bailes.

El maestro de ceremonias, ganador de un premio Tony y más conocido por su interpretación del héroe de cómic Lobezno en la serie de películas de "X-Men", puso a prueba su talento como veterano de Broadway en un número musical que satirizaba a las cinco cintas que competían por mejor película.

En la mitad del número, se dirigió a la primera fila del teatro, tomó en sus brazos a la candidata a mejor actriz Anne Hathaway y la llevó al escenario para interpretar un dueto donde rendían homenaje a "El desafío: Frost contra Nixon".

El espectáculo tuvo una buena acogida del público, que le ofreció una ovación de pie, pero aún queda por ver cuál fue su repercusión entre los telespectadores, que cada vez se sientan menos ante el televisor para ver los Oscar.

Los organizadores de la ceremonia recurrieron al australiano de 40 años para traer nuevos aires a una transmisión en directo cuyos niveles de audiencia han caído en los últimos años.

Jackman fue el primer no comediante en ponerse al frente de la ceremonia desde 1985, cuando el multifacético actor Jack Lemmon asumió ese papel.

Los productores Laurence Mark y Bill Condon, que trabajaron juntos en el exitoso musical de 2006 "Dreamgirls", idearon una serie de giros imprevistos para lavar la cara al espectáculo, incluyendo partes de montaje de escenas de las películas de acción, romance y comedias del año.

CAMBIOS

En otra ruptura con la tradición, los cuatro premios de interpretación fueron presentados por cinco ganadores de la categoría en años anteriores, cada uno rindiendo un tributo personal a cada uno de los candidatos.

"¿Cómo lo hizo?", preguntó el presentador Robert De Niro respecto a Sean Penn, quien ganó el premio al mejor actor por su interpretación de un activista por los derechos de los homosexuales que fue asesinado en la película "Mi nombre es Harvey Milk". "Cómo consiguió Sean Penn durante tantos años todos esos papeles heterosexuales?".

Ese fue un preámbulo cómico a uno de los pocos momentos con carga política del programa.

Al subir al escenario para aceptar su premio, Penn condenó la reciente votación en California para prohibir el matrimonio de personas del mismo sexo como "una gran vergüenza", agregando "Tenemos que tener derechos iguales para todos".

El guionista de "Mi nombre es Harvey Milk" Dustin Lance Black expresó un sentimiento similar en su discurso de aceptación por mejor guión original, diciendo a los televidentes gay y lesbianas: "Dios os ama, y muy pronto (...) tendréis los mismos derechos".

Aunque los productores de los Oscar prometieron una variación del formato usual en la entrega de este año, Jackman no eludió bromas similares a la de su larga lista de comediantes predecesores.

Incluso se divirtió a costa de Meryl Streep, quien obtuvo un récord con su decimoquinta nominación por su trabajo en "La duda", una película sobre acusaciones no probadas en torno a la Iglesia Católica.

"Odio decirlo, pero cuando alguien consigue marcas como estas, no es difícil dejar de pensar en esteroides", dijo Jackman.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias