Este artículo se publicó hace 14 años.
Hugo Chávez llama a impedir el alza de precios por la devaluación mientras sigue la crítica
El presidente venezolano, Hugo Chávez, llamó ayer a sus partidarios a que impidan que los comercios suban los precios a raíz de su anuncio de devaluación de la moneda, que entra en vigor este lunes en medio de críticas e incertidumbres.
"Algunos burgueses, oligarcas (...) están diciendo que por las medidas anunciadas el viernes ellos tienen que incrementar todos los precios. ¡De ninguna manera lo vamos a aceptar!", manifestó Chávez en su programa dominical de radio y televisión "Aló Presidente".
"Lo primero que hago es llamarlos a que no lo hagan, y al pueblo a que no permita que le roben. No hay ninguna razón para que aumenten los precios de nada", insistió, dos días después de anunciar la devaluación del bolívar, con dos tipos de cambio.
Chávez amenazó asimismo con expropiar a los eventuales especuladores, tras llamar a los militares y a las organizaciones populares a trabajar unidos para impedir la subida de precios en las tiendas, donde este domingo se apreciaba una afluencia de clientes en medio de rumores de alza del valor de los productos.
En los supermercados del este de Caracas no se observaban en la mañana grandes colas, como sí se pudo ver en tiendas de electrodomésticos y de material informático, productos de importación muy solicitados en un mercado acostumbrado a un fuerte consumismo.
No obstante, los clientes hacían sus compras en medio de rumores de alza de precios de hasta un 50 por ciento y los empleados indicaban que estaban sustituyendo las etiquetas, aunque sin poder precisar a qué precio estarían el lunes los productos.
La devaluación de la moneda nacional, hasta ahora en 2,15 bolívares por dólar, regirá desde mañana con dos tipos oficiales de cambio: uno de 2,6 y otro de 4,3 bolívares, siempre en el marco del control estatal de divisas en vigor desde 2003.
La cotización de 2,6 bolívares será para las importaciones prioritarias, entre ellas las del sector de los alimentos, la salud, el de maquinarias y equipos, ciencia y tecnología y todas las importaciones del sector público, así como remesas familiares o recursos de consulados y embajadas acreditadas en Venezuela.
"Para todo el resto", dijo el viernes Chávez, se utilizará una paridad de 4,3 bolívares por dólar, que llamó "dólar petrolero" y que permitirá cubrir los requerimientos del sector automotriz, del comercio y de las telecomunicaciones.
Quedó sin embargo por precisar cuál de las dos cotizaciones se utilizará en materia de servicios o, por ejemplo, en el área del turismo, lo que ha llevado a múltiples especulaciones sobre el precio de los billetes de avión y otras tarifas relacionadas.
"¡Que se preparen los que quieran aprovechar los anuncios (sobre la devaluación) para aprovecharse y llenar de temores a la gente!", porque "el pueblo actuará con la ley en la mano", insistió hoy el presidente, que ha repetido en los dos últimos días que las medidas tomadas buscan impulsar el sector productivo nacional.
Una opinión que no comparten los dirigentes de la oposición que han rechazado la devaluación decidida por el Gobierno con el argumento de que, si bien dará más ingresos al Estado, generará más inflación en un país que ya tiene el récord de un 25,1 por ciento al cierre de 2009.
El coordinador nacional del partido opositor Primero Justicia, Julio Borges, reiteró ayer que "la devaluación decretada por el Gobierno es para continuar el despilfarro en regaladera, compras militares y estatizaciones".
"Mientras el Gobierno se vuelve el doble de rico, el pueblo se vuelve el doble de pobre", afirmó Borges en rueda de prensa.
Preguntó asimismo al mandatario venezolano por qué no invirtió en Venezuela los 60 mil millones de dólares que, dijo, ha regalado en cinco años a 40 países, así como "12 mil millones de dólares destinados a estatizaciones y los 8 mil millones de dólares para compras militares".
"Hoy lo reto a que tenga valentía y cuando vaya a la Asamblea Nacional en los próximos días diga la verdad al pueblo de por qué después de tanto poder y dinero estamos en este desastre", manifestó en alusión a la próxima comparecencia de Chávez ante el Parlamento para rendir cuentas sobre su gestión.
Por su parte, el presidente de COPEI-Partido Popular, Luis Ignacio Planas, consideró que después del "viernes rojo", como llamó el día del anuncio de la devaluación, quienes sufrirán las mayores consecuencias serán los ciudadanos.
Igualmente, denunció en un comunicado que el dinero que recibirá el Gobierno por la modificación del tipo de cambio será utilizado con fines políticos en un año en el que están convocada en septiembre las elecciones legislativas.
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