El huracán "Ike" causó nuevas inundaciones en Haití y ocasionó la muerte de al menos 48 personas en la ciudad de Cabaret, próxima a Puerto Príncipe, así como cuantiosos daños en el departamento de Artibonite, en el norte, informaron hoy las autoridades.

Entre las víctimas figuran trece niños, según el diputado Valciné Pierre-Jerome, quien agregó que el balance podría ser más grave, ya que "la situación es realmente catastrófica", declaró.

Los huracanes y tormentas se suceden en el país sin darle un respiro y sin permitir a su población levantar cabeza.

Desde mediados del pasado mes de agosto ha sufrido los ataques de la tormenta tropical "Fay", el huracán "Gustav", la tormenta "Hanna" y ahora "Ike".

Según el ministro del Interior, Paul Antoine Bien-Aimé, entre 750.000 y 1.000.000 de personas han resultado damnificados y otras 70.000 permanecen en albergues provisionales.

El ministro de economía, Daniel Dorsainvil, estimó que el paso de los recientes huracanes constituye un "gran choque" para la economía de Haití y cifró las pérdidas en "decenas de millones de dólares".

Tras conocerse hoy un nuevo balance que eleva el número de muertos causados por "Hanna" a 172, las cifras oficiales sitúan en 300 el número de víctimas mortales en el país por estas tormentas, aunque fuentes policiales estiman que, solo en Gonaives, puede haber más de 500 entre muertos y desaparecidos.

En la zona norte de Haití, el departamento de Artibonite está prácticamente bajo el agua y en especial su capital, Gonaives, donde las aguas volvieron a subir en algunos puntos hasta 2,5 metros, solo cinco días después de que la tormenta "Hanna" anegara la ciudad.

Las corrientes proceden de la lluvia caída en ciudades costeras situadas más al norte, como Cabo Haitiano, Port de Paix y Fort Liberté y se cree que han llegado hasta Gonaives al estar en un punto muy bajo respecto al nivel del mar.