El IBEX 35 sucumbe al tirón bajista de Telefónica y cae el 0,13 por ciento a mediodía

El principal indicador de la Bolsa española, el IBEX 35, sucumbía a mediodía al tirón bajista de Telefónica y algunos grandes valores y perdía el 0,13 %, en línea con el desfallecimiento de otros mercados europeos.

A las 12.00 horas, el selectivo español perdía ocho puntos y se situaba en 6.526 unidades, en tanto que el Índice General de la Bolsa de Madrid retrocedía también el 0,13 %.

El resto de mercados europeos recortaban también las ganancias de la apertura, con subidas del 0,70 % en Fráncfort, del 0,43 % en Milán, y del 0,16 % en París, en tanto que el FTSE de Londres se dejaba el 0,13 %.

En opinión del equipo de estrategia de Self Bank, la incertidumbre con respecto a Grecia y la ralentización de la concesión de créditos en China, prueba del menor crecimiento económico del país, "podrían pesar" sobre los índices, aunque parece que de momento los inversores "prefieren agarrarse a la posibilidad de que finalmente se pongan encima de la mesa nuevos estímulos de crecimiento para la zona del euro".

Telefónica arrebataba el protagonismo bursátil a Bankia, cuya cotización fue suspendida antes del inicio de la sesión pocas horas antes de que su consejo de administración apruebe el plan de viabilidad del grupo y la ayuda pública para llevarlo a cabo, que podría superar los 15.000 millones de euros.

La operadora sufría un descenso del 1,06 % un día después de que la agencia de medición de riesgos S&P rebaja la calificación de su deuda a largo plazo.

Acciona y el Popular sufrían los mayores descensos del índice, del 2,40 % y del 1,69 %, y también se negociaban con ligeras pérdidas otros pesos pesados del mercado como Inditex (0,80 %), BBVA (0,20 %), Endesa (0,04 %), o Santander (0,02 %).

Iberdrola y Repsol lograban alzas del 0,30 % y del 0,47 %.

Hasta las 12.00 horas, el parqué español había negociado 389 millones de euros, de los que 93 correspondían a Telefónica, 58 a Santander, y 38 a BBVA.

En el mercado de divisas, el euro se mantenía estable en su cambio frente al "billete verde" estadounidense y se cambiaba a 1,258 dólares.