Este artículo se publicó hace 16 años.
La Iglesia que sí negocia con Zapatero
Los obispos asisten con recelo al diálogo que la Moncloa mantiene con distintas instituciones religiosas
El pasado viernes, el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco, salía de La Moncloa “razonablemente satisfecho” tras la esperada reunión con el jefe del Ejecutivo, según explicaron a Público fuentes eclesiales. En un encuentro calificado de “cordial” por el episcopado, el presidente Zapatero abrió las puertas a un acercamiento con la Conferencia Episcopal, y se comprometió con el cardenal de Madrid a una “colaboración leal” para que la Jornada Mundial de la Juventud que traerá a Benedicto XVI a Madrid en 2011 sea un éxito.
Sin embargo, y aunque el encuentro entre Rouco y Zapatero supone un importante paso en el deshielo de las relaciones entre el Gobierno y la jerarquía, lo cierto es que desde hace meses el diálogo entre los distintos estamentos gubernamentales e instituciones religiosas vinculadas con la cultura, la educación, la acción social y el desarrollo viene siendo fluido y, lo que es más importante, fructifica en acuerdos.
Abrir caucesNo son pocas las asociaciones católicas que han mantenido abiertos los cauces de diálogo con el Ejecutivo durante la pasada legislatura, marcada por el desencuentro con el Episcopado, plasmado en forma de manifestaciones y declaraciones de marcado tinte político, a cuenta de la Ley de Memoria Histórica o los matrimonios gay.
Así se lo hizo saber Zapatero a Rouco en el encuentro del viernes, y así lo reconoció posteriormente De la Vega: cabía reconocer, y agradecer, la ingente labor llevada a cabo por miles de misioneros, sacerdotes, representantes de la escuela concertada, cooperantes y voluntarios, en algunas ocasiones en situación de dificultad.
Desde el Gobierno se confía en mantener unas relaciones de “respeto y la lealtad mutuas” entre Gobierno y jerarquía. No obstante, junto al papel de la Conferencia Episcopal como válido representante de la Iglesia en España, el Gobierno está obligado a negociar con otros sectores, que también son Iglesia.
Entre ellos, la Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE-CECA), mayoritaria en la concertada; la Conferencia Española de Religiosos (Confer), responsable de instituciones sociales, hospitalarias y culturales; u ONGs de la talla de Caritas, Manos Unidas, Mensajeros de la Paz o Entreculturas.
También cabe destacar el importante papel llevado a cabo por el Nuncio de Su Santidad en España, Manuel Monteiro de Castro, como principal interlocutor con la Santa Sede. Especialmente en un momento en el que, desde Roma, se ha solicitado a la cúpula española “moderación e inteligencia” en sus relaciones con el Gobierno. Todo parece indicar, tras lo visto el pasado viernes, que el Episcopado comienza a seguir la “hoja de ruta” marcada desde Roma. No son pocos los que mantienen la esperanza de alcanzar “acuerdos estables”. Aunque siendo objetivos, a buen seguro la presente legislatura traerá consigo conflictos, tanto en lo relativo a la educación, a la reforma de la Ley de Libertad Religiosa o los hipotéticos cambios en la ley del aborto o la apertura del debate sobre la eutanasia.
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