Cuando la imagen es lo de menos y el talento lo es todo

Sin hacer ruido, con la discreción que siempre le ha caracterizado, pero exhibiendo con descaro todo su talento cuando pisa el césped y hay un balón por medio. Sin necesidad de ser mediático, a golpe de reivindicaciones hasta convertirse en el futbolista más importante del Barça, junto a Messi y su inseparable Xavi. Iniesta ha puesto en el mapa a Fuentealbilla, un pequeño pueblo de Albacete del que se marchó con 12 años para hacerse futbolista en La Masia. El suyo es el triunfo de la humildad y el mejor ejemplo a seguir por los niños que quieren ser futbolistas. En una sociedad en la que importan más las formas que el fondo, donde prima lo superficial y lo que vende, Iniesta ha roto barreras pese a su palidez y su aspecto de niño de pueblo.

Iniesta no es el prototipo de jugador mediático, ni falta que le hace

El Publiscopio demuestra que por fin se está empezando a hacer justicia con Iniesta. Su popularidad, además del reconocimiento implícito que conlleva, ha crecido como la espuma desde el último sondeo. Lógico después de ver la incidencia que su fútbol está teniendo en el espectacular y arrollador juego del Barça.

Encaramado a la segunda posición de mejor jugador de la Liga, el manchego ya se codea con su compañero Messi y se ha convertido en el futbolista español más votado en la Liga 2008-09, por delante de Xavi, su socio en el Barça y en la selección campeona de Europa.

Sólo el madridista Raúl, estandarte de esa épica que ha mantenido al Real Madrid coleando en la Liga, ha sido capaz de crecer en este periodo de claro dominio azulgrana. Casillas sigue estando entre los más valorados, aunque su caso siempre debe ser enjuiciado por lo que representa: si un portero es el mejor de su equipo, es señal de que algo no funciona. Es el sino del guardameta mostoleño: cuando más llama la atención él, peor le suele ir a su Madrid.

Volviendo al Barça, claro dominador en la designación de mejor equipo de la Liga independientemente de que ya se haya proclamado campeón, cada vez son menos los que se resisten a reconocer los méritos del conjunto que dirige Pep Guardiola. Con los títulos de Copa y Liga en las vitrinas y a la espera de Roma, lo mejor del Barça no es lo que ha ganado, sino cómo.