Inaugurada en Londres una escultura de inspiración religiosa de Lorenzo Quinn

Una escultura sobre la búsqueda de Dios de Lorenzo Quinn, hijo del actor Anthony Quinn, fue presentada hoy en Londres, aunque el autor no asistió al acto por la reciente muerte de su hermano Francesco.

Esta nueva obra, hecha de aluminio y titulada "La mano de Dios", que mide cuatro metros de largo y pesa 400 kilos, forma parte del festival de Westminster de escultura en la calle, que se celebra en la capital británica desde 2010.

La galería Halcyon, que representa al artista, justificó hoy la ausencia de Quinn en el acto de inauguración por la muerte de uno de sus trece hermanos, el actor Francesco Quinn, el pasado 5 de agosto por un ataque la corazón mientras caminaba cerca de su casa en California (Estados Unidos).

La estatua presentada hoy, y que permanecerá durante tres meses en una céntrica calle de Londres junto a Hyde Park, representa a un hombre desnudo y pensativo que descansa sentado en una enorme mano, una parte del cuerpo que se ha convertido en uno de los elementos más identificables del trabajo de este artista.

"Esta escultura es un claro ejemplo de la relación entre lo real y lo trascendental. Trata sobre la búsqueda de una vida espiritual", según Consuelo Císcar Casabán, directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).

Quinn, que reside y tiene su estudio en Barcelona, se inspiró en un conocido poema llamado "Huellas", de un escritor anónimo, que trata sobre un hombre moderno que busca en la mano de Dios el confort y la paz que necesita en un momento difícil, explicó a Efe una portavoz de la galería Halcyon.

El artista, de 45 años, ha centrado una parte importante de su obra en esculturas monumentales al aire libre instaladas alrededor del mundo.