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El "inconformista" McCain libra su batalla más importante

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Por Jeff Mason

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El republicano John McCain ha sido llamado inconformista, héroe y superviviente. Pero el título que el senador de Arizona preferiría es el de presidente de Estados Unidos.

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El cargo le ha sido esquivo mucho tiempo. A los 72 años, McCain se convertiría, en caso de ganar, en el presidente más viejo que comienza un primer período en la Casa Blanca y ha luchado mucho para llegar tan cerca de esa meta.

En los últimos días de la campaña antes de las elecciones del martes, los sondeos de opinión muestran a McCain por detrás del demócrata Barack Obama a nivel nacional y en estados firmemente republicanos en el pasado.

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Pero estar por detrás no ha frenado nunca a McCain.

Soportó más de cinco años como prisionero de guerra en Vietnam, logró abrirse paso en el Congreso con escaramuzas sobre políticas que a veces generaron desacuerdos con su partido y libró una dura batalla por la designación republicana en 2000, cuando perdió ante George W. Bush, entonces gobernador de Texas.

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La campaña de McCain ha tejido su historia a través de un relato de coraje, honor y experiencia que contrastase con Obama, senador de Illinois de 47 años.

"El próximo presidente no tendrá tiempo para acostumbrarse al cargo", dijo McCain en un mitin en Defiance, Ohio. "Yo ya he sido probado, el senador Obama no", agregó.

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Sus críticos resaltan su carácter acechante, un amplio historial conservador y su admitida debilidad en temas económicos, además de su relación con Bush.

Si McCain gana, será en parte gracias a su historia de rebeldía de toda una vida.

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Hijo y nieto de almirantes, McCain se graduó en 1958 siendo el último de su clase e ingresó en la Marina. Hacia 1967, como piloto en un portaaviones frente a la costa de Vietnam, casi pierde la vida.

TORTURA, HONOR

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Mientras se preparaba para despegar para un bombardeo, un misil disparado accidentalmente desde otro avión impactó el tanque de combustible de la aeronave de McCain, provocando explosiones y fuego.

McCain escapó arrastrándose hacia la parte delantera del avión y buceó hacia la cubierta del barco. El incidente, considerado el peor accidente fuera de combate en la historia naval de Estados Unidos, causó 134 muertos y cientos de heridos.

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Tres meses después, la vida de McCain cambió para siempre. En una misión sobre Hanoi, un misil alcanzó su avión, forzándole a saltar. La maniobra le dejó inconsciente y terminó con sus brazos y una pierna rotos. Cayó en un lago.

Una multitud enfervorecida le arrastró fuera del agua, le rompieron el hombro con la culata de un rifle y le atacaron con una bayoneta. Sus captores lo encarcelaron en el tristemente célebre Hanoi Hilton.

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"Ese es un momento definitorio en su vida y habla mucho sobre quién es él para el pueblo estadounidense", dijo Steve Schmidt, estrecho colaborador de McCain.

A pesar del significado que tuvo en su vida, McCain no siempre estuvo cómodo haciendo de su experiencia en prisión una parte del argumento para su avance hacia la Casa Blanca.

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El aliento de sus seguidores cambió esa visión y McCain convirtió esos tiempos en Vietnam en una parte importante de su historia de campaña, generando críticas de personas como el ex presidente Jimmy Carter, que acusó al candidato republicano de explotar su pasado.

Sus seguidores dicen que la biografía de McCain le da peso a su intento presidencial.

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"He seguido a John McCain desde que bajó del avión de Vietnam", dijo Sandy Torbett, de 66 años, en un mitin en Washington, Misuri.

"Pienso que lo ayuda y, por supuesto, pienso que el hecho de que se haya convertido en senador lo ayuda más", agregó.

La carrera de McCain en el Senado soldó su reputación de inconformista, al enfrentarse a sus colegas republicanos en temas como inmigración, cambio climático y una campaña de reforma financiera.

El senador apoyó el plan de Bush de ir a la guerra en Irak, pero luego fustigó al Gobierno por su manejo del conflicto y por una actitud permisiva para torturar prisioneros, un tema sensible para un prisionero de guerra de Vietnam.

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