Este artículo se publicó hace 11 años.
Indemnizan con 25.000 euros a un policía que perdió un ojo por una pelota de goma de un compañero
Ocurrió en 2008, cuando el agente trabajaba como instructor de tiro de los antidisturbios y fue alcanzado por el proyectil lanzado por los participantes en otra práctica
La Audiencia Nacional ha indemnizado con 25.000 euros a un policía nacional que perdió la visión de un ojo al ser alcanzado en el rostro por una pelota de goma durante unas prácticas en las instalaciones de La Enira de Linares (Jaén).
El accidente ocurrió sobre las 13.30 horas del 21 de mayo de 2008, cuando el policía trabajaba como instructor de tiro en un curso para las Unidades de Intervención Policial y fue alcanzado por la pelota de goma lanzada por los participantes en otra práctica. Como consecuencia del accidente, el agente fue ingresado en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde se le diagnosticó una herida abierta en el ojo derecho, con fractura de la pared orbital y de los huesos de la nariz y fue jubilado por incapacidad permanente.
El agente ha recibido la indemnización por haber perdido el ojo. Sin embargo, muchas otras personas que han sufrido la misma suerte siguen a la espera de recibir una indemnización o, por lo menos, que alguien pague por el crimen. Desde 2009, siete personas han perdido un ojo a causa del impacto de una bala de goma en Catalunya. Además, hace dos años murió Iñigo Cabacas por un pelotazo de la Ertzaintza en la cabeza.
La sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional, en una sentencia considera demostrado el derecho del policía a ser indemnizado por mal funcionamiento de un servicio público, pues el responsable de esa segunda práctica "no tomó en consideración la presencia de otras personas" al autorizar disparos con pelotas de goma. Ese responsable no adoptó las medidas de precaución necesarias y "únicamente se preocupó de los participantes en su práctica", según la sentencia.
El accidentado, por su parte, se encontraba en ese momento custodiando el material para una práctica de desalojo, por lo que no llevaba protección alguna dado que no se trataba de una práctica operativa. El policía recibió una pensión extraordinaria por su incapacidad causada en acto de servicio y otros 5.600 euros del seguro concertado con una aseguradora, pero los jueces le otorgan además una indemnización por mal funcionamiento del servicio público, pues está claro que sus lesiones fueron consecuencia de "la realización de unas prácticas sin adoptar todas las medidas de precaución aconsejables".
Aunque el afectado reclamó 272.262 euros, la sentencia fija la indemnización en 25.000 euros según el baremo para accidentes de tráfico y teniendo en cuenta que las lesiones le incapacitan para su trabajo como policía pero no le impiden totalmente realizar otras tareas.
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