Este artículo se publicó hace 15 años.
Los indígenas acusan de la matanza a Alan García
Los testigos dicen que la Policía peruana "provocó la masacre"
El representante de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Amazonia (Aidesep), Sapión Nonengo, denunció ayer que el Gobierno peruano de Alan García "distorsiona la opinión pública nacional e internacional", ante lo que considera "un genocidio a los pueblos originarios".
La acusación indígena replica a las aseveraciones del primer ministro de Perú, Yehude Simon, quien responsabilizó a los nativos de los enfrentamientos violentos registrados el viernes en la zona de la Curva del Diablo, de la Amazonia peruana, en los que murieron, según dirigentes indígenas, 40 aborígenes, un dato confirmado por fuentes médicas consultadas por el canal venezolano de televisión, Telesur.
Sin embargo, el Gobierno de Alan García insistió ayer en que los indígenas asesinaron a sangre fría a 22 policías y enmarcó estos sucesos en "una agresión cuidadosamente preparada contra el Perú".
Sin embargo, un periodista de Telesur, testigo de los enfren-tamientos, aseguró que la matanza se produjo cuando una concentración de 5.000 aborígenes fue atacada por aire y tierra por fuerzas policiales.
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerza Armadas, Francisco Javier Contreras, señaló que se mantendrá por tiempo indefinido el toque de queda y el estado de emergencia en las provincias de Bagua y Utcubamba, al norte del país, las más afectadas por la violencia.
"Una pena inmensa"El Gobierno mantiene que sólo murieron nueve nativos. "Pensar en un policía moribundo (...) es una pena inmensa que cae sobre los corazones de los peruanos de bien", señaló un apesadumbrado presidente García durante el discurso que dirigió a la nación, en el que sólo mencionó a los grupos indígenas para lanzar graves acusaciones.
El conflicto en Perú tiene su origen en la aprobación de nueve leyes que avalan la explotación de los recursos naturales en una vasta región amazónica poblada de indígenas originarios 60 etnias quienes deberán desplazarse para subsistir. Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, el Gobierno convocó una mesa de diálogo de la que dejó fuera a los representantes indígenas afectados. Sobre el líder aborigen, Alberto Pizango, existe una orden de búsqueda y captura cursada por el Gobierno peruano por "incitar a la rebelión".
Pizango, "escondido en Bolivia", según el Ejecutivo de Alan García, afirmó en una entrevista a Telesur, que la matanza del fin de semana "es la historia de siempre, donde a los pueblos que reclaman sus derechos sobre la tierra se les reprime o se trata de hacer ver que no están capacitados".
Decenas de detenidosEl representante de la Aidesep,Sapión Nonengo, denunció que más de 150 nativos están detenidos "arrodillados y con posibilidad de ser fusilados" en una base militar que identificó como el "Batallón 16 El Milagro".
La coordinadora de las Organizaciones Indígenas (CAOI) anunció ayer que impulsará la realización de un juicio internacional contra Alan García por genocidio. El Presidente del Parlamento Indígena de América, José Poyo, acusó al Gobierno de intentar criminalizar a los líderes indígenas.
El liberalismo contra la tradición secularInicio del conflicto
El 9 de abril, cerca de 60 etnias amazónicas deciden iniciar una protesta para rechazar la nueva Ley Forestal y de Fauna Silvestre y la Ley de Recursos Hídricos, por considerarlos lesivos a sus derechos, ya que expropiansu titularidad ancestral sobre la tierra y el control sobre sus recursos naturales.
El líder de la revuelta
Su nombre es Alberto Pizango. Este dirigente de etnia shawi ha dicho que defenderán sus derechos "con lanzas, si hace falta"
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