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Industria defenderá que la luz suba entre un 9% y un 10%

El Gobierno decidirá el lunes la revisión de la tarifa para el primer trimestre de 2011. El Consejo de Ministros aprobó ayer cargar a las eléctricas con costes por 4.600 millones en tres años

ANA FLORES

Una de cal, otra de arena y, en cualquier caso, malas noticias para el bolsillo de los españoles. Por un lado, el Gobierno aprobó ayer obligar a las compañías eléctricas a asumir en tres años menores ingresos (o mayores costes) asociados a la generación de energía por un total de 4.600 millones de euros. El cambio legal (en forma de decreto ley aprobado por el Consejo de Ministros) significa que ese dinero no irá a engordar la deuda que los españoles han ido contrayendo año tras año con las eléctricas por el llamado déficit de tarifa (diferencia entre lo que se cobra por la luz y lo que cuesta producirla), que superará a final de 2010 los 20.000 millones de euros.

Sin embargo, a cambio de este recorte en pagos futuros a las eléctricas, el Ministerio de Industria defenderá el lunes en la Comisión Delegada para Asuntos Económicos que la luz suba en enero según el resultado de la última subasta; es decir, entre el 9% y el 10%. Este aumento afectará a 17,2 millones de hogares y pymes que tienen la tarifa de último recurso, TUR (consumo inferior a 10 kw al mes).

El Ejecutivo prevé menores subidas en las revisiones a partir de marzo

El Ejecutivo mantendrá su intención de dejar congelada en la revisión de enero la parte regulada de la tarifa; es decir, aquella sobre la que tiene capacidad de decisión y que equivale, más o menos, a la mitad del recibo mensual. La subida se deberá a la parte no regulada.

Tomando como referencia un consumo medio de 35 euros al mes, el aumento supondrá unos 3,5 euros más por usuario, cantidad que viene a sumarse a la subida del 2,6% de enero de 2010 y el 4,8% de octubre. En julio, Industria optó por rebajar la parte regulada de la tarifa, tras un acuerdo con el Partido Popular, para neutralizar la subida que habría provocado la no regulada. Bastante tenían los consumidores, debió pensar el Ejecutivo, con soportar el incremento del IVA que entró en vigor ese mes.

El problema es que ya no queda mucho margen para medidas de ese tipo. La posibilidad de decidir entre pagar ahora o seguir engordando el déficit de tarifa está caducando porque ese déficit empezará a abonarse en breve con intereses. Esto se debe a que la deuda contraída se convertirá en títulos y estos se venderán a la banca. La venta hará que las eléctricas empiecen a recuperar el dinero del déficit pero la banca pedirá a cambio unos intereses que van a salir del recibo de la luz.

Las fotovoltaicas recibirán 740 millones menos al año

Las eléctricas ya se han apuntado en sus resultados durante años esa deuda. La tarifa de luz no se subía como lo hacían los costes de generarla o incluso se bajaba, como ocurrió en el año 2000 (-2,11%) y 2001 (-4%) con el Partido Popular en el Gobierno. La alegría del consumidor estaba envenenada por el reconocimiento paralelo a las eléctricas de que lo que ellas decían que costaba la luz les sería abonado en el futuro.

Los socialistas han intentado mermar esa diferencia entre costes y precio subiendo la luz (5,28% en 2006, 11% en 2008 y 5,5% en 2009). Aun así, el nuevo déficit generado previsto para 2010 tuvo que ser revisado también ayer puesto que el agujero va a engordar este año en 5.500 millones frente a los 3.000 millones inicialmente previstos. Industria quiere mantener su compromiso de que, desde 2013, el agujero no engorde más. Prevé, eso sí, que lo haga en 2.000 millones en 2011 y 1.500 millones en 2012.

Desde ayer, las eléctricas van a contribuir a esos objetivos de muy diversas formas. Por un lado, tendrán que pagar una especie de peaje de 0,5 euros por cada MWh que generen. En total, el Gobierno prevé ingresar unos 150 millones de euros anuales por este concepto, que serán aportados mayoritariamente por Endesa (genera el 40% de la energía eléctrica), Iberdrola (algo más del 30%) y Gas Natural Fenosa (15%), generadores del llamado régimen ordinario. También tendrán que afrontar el peaje los generadores del régimen especial; es decir, las renovables.

Las tres compañías citadas serán también las que tengan que asumir la mayor parte de los costes de las medidas relacionadas con la estrategia de ahorro y eficiencia energética, que ahora se sufragan con cargo a la tarifa. El ahorro previsto en tres años supone 670 millones.

Se limitarán, entre 2011 y 2013, las horas de funcionamiento con derecho a prima Las tres grandes eléctricas enviaban ayer un discurso templado como reacción al real decreto y ni se despeinaban en bolsa (Endesa incluso subió un 1,40%), prueba de que lo importante para ellas y el mercado es ver que el Gobierno está dispuesto a atajar definitivamente el déficit. Las fotovoltaicas, sin embargo, pusieron el grito en el cielo. Tal y como se temían, el decreto ley incluye una reducción temporal de la retribución a este tipo de energía similar a la que ya se hizo con la eólica y la termosolar.

Se limitarán, entre 2011 y 2013, las horas de funcionamiento con derecho a prima que estaban previstas y se venderá a precio de mercado la producción excedente. El ahorro estimado es de 740 millones anuales. A cambio, se ampliará hasta 2028 (tres años más) el periodo con derecho a prima.

Los fondos de inversión habían alertado a los bancos de la posibilidad de que se tomase esta medida, ya que los paneles fotovoltaicos se han sembrado en España en buena medida con créditos concedidos con las altas primas pagadas como garantía. Desde el Gobierno aseguran que el temor no está justificado porque la caja que se generará anualmente será aún de unos 2.000 millones, frente a los 2.600 actuales.

Todas estas medidas, según el Ejecutivo, servirán para que, a partir de marzo, las revisiones de la tarifa de la luz traigan subidas mucho más leves o incluso nulas.

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