Este artículo se publicó hace 12 años.
El infierno llama a la puerta
Zaragoza y Sporting de Gijón podrían descender matemáticamente. La salvación de ambos pasa por el Rayo Vallecano
El Zaragoza afronta en la tarde de este miércoles su enésimo partido a todo o nada ante un excepcional Levante que lucha por meterse en la Liga de Campeones. El equipo aragonés quiere seguir vivo y para conseguirlo, prácticamente, el único resultado que le sirve es la victoria. El Sporting, por su parte, que cayó derrotado ayer ante el Villareal, descendería a Segunda si el Rayo Vallecano consigue puntuar en su duelo ante el Mallorca.
Llega el final de temporada y las calculadoras echan chispas. Las cuentas del Sporting son simples: el Rayo debe perder todo y los asturianos vencer el resto de sus encuentros. Los zaragocistas, pase lo que pase ante los levantinos, seguirán en posición de descenso, pero podrían desde acabar matemáticamente descendidos, si pierden y gana el Villarreal, o ver un poco de luz al final del túnel en el caso de hacerse con los tres puntos y que el Rayo caiga derrotado.
La buena imagen que dio el equipo ante el Athletic es la que intentarán repetir para superar al equipo que dirige Juan Ignacio Martínez. Por su parte, el Levante viaja a Zaragoza con el objetivo de sumar un triunfo que le permita mantener vivo el sueño de jugar la próxima edición de la Liga de Campeones, ya que un triunfo en La Romareda unido a una derrota del Málaga ante el Barcelona le devolvería a la cuarta plaza de la clasificación.
El Rayo: clave para los descensosEl resultado del Rayo Vallecano determinará lo que suceda en la parte baja de la tabla de aquí al final de temporada. El Rayo Vallecano tiene urgencias por sumar una victoria que certifique su permanencia en Primera de manera matemática, después de una racha de cuatro partidos consecutivos perdiendo que han reducido su margen con los equipos de la zona de descenso a seis puntos.
Una derrota podría dejar al equipo dirigido por Sandoval en una situación preocupante para afrontar los dos últimos compromisos ligueros frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán y el Granada en casa. Los precedentes no son halagüeños. El conjunto madrileño acumula cinco derrotas consecutivas a domicilio y en el último encuentro cayó de manera escandalosa frente al FC Barcelona.
El Mallorca, por su parte, debe ganar para mantener intactas sus aspiraciones europeas. El equipo de Joaquín Caparrós afrontará el partido pletórico de moral tras vencer 1-3 al Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez, un triunfo que le ha dejado décimo y con 46 puntos en la tabla, a tan sólo 3 del equipo que marca la frontera con la Europa League, el Atlético de Madrid.
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