La inflación se frena tras siete meses de subidas y baja al 4,2%

La tasa de inflación bajó por primera vez en abril después de siete meses de subidas, y se situó en el 4,2 por ciento -tres décimas por debajo-, en un mes en el que, no obstante, los precios de consumo subieron 1,1 puntos respecto a marzo empujados por el encarecimiento de la ropa y el calzado.

La previsión del Gobierno de que la inflación iba a moderarse a partir de abril se ha cumplido, a pesar de lo cual el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, reconoció que un IPC por encima del 4 por ciento sigue siendo "malo".

Solbes reiteró que la inflación puede bajar hasta el entorno del 3 por ciento "si no hay sorpresas adicionales" y los precios de los productos energéticos y los cereales en los mercados internacionales no registran nuevos incrementos.

Precisamente la tasa de inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos frescos, bajó también tres décimas en abril, hasta el 3,1 por ciento, pese a registrar una subida mensual del 1,1 por ciento.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el descenso de la tasa anual de inflación en abril se debió, principalmente, al efecto base del petróleo, ya que la subida de los carburantes y lubricantes fue menos acentuada que en el mismo mes del año anterior.

Esto ha hecho que el encarecimiento del transporte en un año, del 6,7 por ciento, sea casi un punto inferior al registrado en marzo.

También ha contribuido al descenso de la inflación el ocio y la cultura, cuyos precios han bajado el 1,5 por ciento en un año por la estacionalidad de la Semana Santa, que este año cayó en marzo en lugar de abril.

Por el contrario, los precios de consumo relacionados con la vivienda se aceleraron hasta el 6 por ciento, seis décimas más que en marzo, debido al encarecimiento del gas comparado con el de un año antes.

En cuanto a las subidas mensuales, la mayor la registraron el vestido y el calzado, que con la nueva temporada de primavera-verano se encarecieron el 9,3 por ciento, seguidos, muy de lejos, por el alza del 0,9 por ciento de la vivienda, también por la subida de los precios del gas.

Por otro lado, la inflación medida de forma armonizada con el resto de la zona euro se situó también en el 4,2 por ciento, por lo que el diferencial de precios con el resto de países de la moneda única se situó en nueve décimas.

Tras conocer estos datos, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó a Solbes de no poner en marcha medidas eficaces para luchar contra la inflación y dijo que el titular de Economía "parece más un comentarista de noticias" que se limita a comentar el "dato malo" del IPC.

Desde IU, el coordinador ejecutivo de Economía y Mundo del Trabajo, Javier Alcázar, aseguró que son los ciudadanos los que pagan las consecuencias del alza de los precios y la "incapacidad" del Ejecutivo para controlarlos.

Para la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), la tasa interanual de la inflación se situará al cierre de este año en el 3,6 por ciento, aunque prevé que el IPC vuelva a registrar fuertes subidas en verano, por el repunte del petróleo, que se mantiene en el entorno de los 115 dólares el barril.

También desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) auguran que el precio del petróleo y las materia primas no se moderará en los próximos meses, aunque confían en que sus tasas de crecimiento se desaceleren, lo que supondría una gradual moderación de la inflación.

Los sindicatos CCOO y UGT volvieron a insistir en que los salarios "no son en ninguna medida responsables" de esta situación, por lo que defendieron que se extiendan las cláusulas de revisión salarial para evitar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.