Este artículo se publicó hace 16 años.
Se inicia el juicio contra Michel Fourniret, presunto asesino en serie francés
La Justicia francesa inició hoy el juicio contra Michel Fourniret, conocido como el "ogro de las Ardenas", sospechoso de ser uno de los mayores asesinos en serie de Francia, y su esposa Monique, presunta cómplice.
El Tribunal de lo Criminal de Charleville-Mézières, en el noreste de Francia, les juzgará por siete crímenes de jóvenes entre 12 y 22 años, cometidos entre 1987 y 2003, aunque las policías francesa y belga sospechan que pudieron estar implicados en otros asesinatos.
Fourniret, de 66 años, y su esposa, de 59, comparecieron en la primera jornada de la vista oral, pero el presunto asesino en serie se negó a contestar a las preguntas, arguyó que el juicio no era a puerta cerrada y se limitó a entregar un escrito al presidente de la sala.
Su esposa, acusada de uno de los asesinatos y de complicidad, se ha mostrado más cooperadora.
Este es el primer juicio contra Fourniret y su esposa, que fueron detenidos en Bélgica en 2003, aunque además de los siete asesinatos por los que se les juzga, se sospecha que pudieron cometer alguno más.
En Francia, acaban de ser procesados por otros dos crímenes y Bélgica ha reabierto la investigación sobre la muerte de una niña en 2003 al considerar que Fourniret, bautizado como el "ogro de las Ardenas", podría estar implicado.
La brutalidad de las acciones por las que se les acusa y el enigma que rodea a los sospechosos, su mentalidad y sus motivaciones, aseguran al juicio una gran expectación mediática.
El caso Fourniret saltó a la luz pública cuando en 2003 la policía belga detuvo al sospechoso después de que escapara una joven que mantenía secuestrada.
Desde entonces, agentes belgas y franceses han tratado de reconstruir el presunto recorrido criminal del hombre que, a lo largo de la instrucción, confesó asesinatos y llevó a los investigadores a lugares donde estaban enterradas algunas de las víctimas.
Según la acusación, el matrimonio secuestraba a las jóvenes, en su mayor parte vírgenes, a las que llamaban "membranas con patas", que Fourniret violaba y asesinaba, para después enterrar sus cadáveres.
Monique, a la que conoció a través de un anuncio de prensa cuando cumplía prisión por agresiones sexuales, le ayudaba a entrar en contacto con sus potenciales víctimas, según los investigadores.
Desde que su caso salió a la luz se han multiplicado las publicaciones sobre la pareja, descrita como un tándem criminal en el que ella servía los deseos sexuales de él.
A medida que avanzó la investigación, el papel de Monique fue cambiando, su doble condición de víctima y verdugo fue dejando paso a una mente manipuladora, con un coeficiente de inteligencia superior a lo normal y una mayor implicación en los asesinatos, y era ella la que invitaba a los jóvenes a subir a la furgoneta.
Los investigadores han ido trazando un sangriento recorrido de la pareja por Francia y Bélgica.
Los asesinatos que se les atribuyen fueron cometidos en diversos lugares del centro y del norte de Francia y en el sur de Bélgica, donde habían adquirido un castillo con el dinero robado a una banda de estafadores, a los que también mataron, según los investigadores.
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