Este artículo se publicó hace 15 años.
Una inmobiliaria permite a posibles compradores "probar" dos días la vivienda
Una promotora inmobiliaria catalana permite a los posibles compradores "probar" durante dos días algunas de las viviendas que ofrece, equipadas como si se tratara de un hotel, con la posibilidad incluso de poder tomar un café con los futuros vecinos.
El director de la empresa, Tomàs Marlí, declaró a Efe que la idea surgió ante el "estancamiento" del mercado inmobiliario, que exigía "probar cosas nuevas", aplicando nuevos criterios de ventas ante las dificultades causadas por la crisis económica.
"Cuando quieres comprar una radio, una televisión, una lavadora o un coche, te dejan probarlo, te atienden bien, incluso te recomiendan otros establecimientos, o devolverlo si no funciona. ¿Por qué no es posible hacerlo con una casa, que vale mil veces más?", explicó Marlí.
Fue entonces cuando la empresa ideó el que ha bautizado como "Sistema Torrent", un método que "marcará un antes y un después en el sector", según sus responsables, y que se presenta hoy en el salón inmobiliario Low Cost, que inaugurará oficialmente esta tarde en Barcelona la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor.
El sistema consiste en permitir que los clientes interesados en adquirir una vivienda puedan residir 36 horas en su posible futuro hogar, valorando los aspectos positivos y negativos del mismo no apreciables a simple vista, conociendo el entorno del barrio e incluso interactuando con sus futuros vecinos.
Los interesados son obsequiados con un lote de productos de establecimientos típicos del barrio o de la zona: "Queremos que el cliente se sienta bien, tenga estímulos positivos y acceda a la compra de la vivienda con la seguridad de que el piso le gusta", añadió Marlí.
Tras el periodo de prueba, los clientes que deseen adquirir la vivienda entran en un proceso de subasta, en el que podrán pujar con otros interesados para adquirir su futuro hogar, a partir de un precio de salida.
"Contactamos con abogados para asegurarnos de que todo el sistema era técnica y legalmente posible, y lo maduramos durante meses", aseguró Marlí.
Antes de acceder a la subasta, el cliente debe entregar un cheque bancario por valor del 50 por ciento del precio salida y que se devuelve en caso de no conseguir la vivienda en la puja.
Este sistema de seguridad también se amplía a la prueba del piso, pues los interesados deben entregar un talón con un 5 por ciento del precio de salida como "depósito por la estancia".
Por el momento, la promotora ya ha cerrado cinco operaciones con este sistema, tiene cinco más en marcha y negocia 15 más que podrían incorporar el innovador método.
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