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Inspector médico implicado en la "Operación Karlos" afirma que pecó "de pardillo"

EFE

El inspector médico Francisco Casto Pérez Lara, uno de los principales acusados en la trama para obtener fraudulentamente pensiones de incapacidad laboral desmantelada en la "Operación Karlos, ha negado su implicación en los hechos y ha dicho que ha sido "evidentemente utilizado" y ha pecado "de pardillo".

En sus respuestas a las preguntas de su abogado defensor, únicas que ha admitido en el juicio que se sigue por este caso en la Audiencia Provincial de Cádiz, el inspector médico ha asegurado hoy que, a pesar de "ser licenciado en Medicina" y de su preparación profesional, se ha sentido "la persona de paja" de Carlos Carretero, exjefe de la Policía Local de Ubrique y principal "cabecilla" de la red.

La comparecencia del inspector médico se produce un día después de que Carretero dijera ante el tribunal que Francisco Casto Pérez era la persona a la que él remitía sus peticiones y la que hacía los trámites necesarios para "acelerar" las gestiones para que las personas que recurrían a la trama obtuvieran "en tres o cuatro meses" una incapacidad laboral permanente que habitualmente tarda "dieciocho meses".

Sin embargo, el inspector médico ha aseverado que él era "desconocedor completamente" del fraude y ha asegurado que "nunca, jamás", en sus 25 años como inspector médico, ha tenido problemas con los expedientes que ha tramitado "ni jamás" ha aceptado "un regalo" por hacer su trabajo. "Los inspectores tenemos por norma no aceptar ni una botella de vino", ha asegurado.

Ha negado incluso que Carlos Carretero le hubiera hecho favores como hacer una reforma de su casa a precio de costo, tal y como el exjefe de la Policía Local afirmó ayer y ha detallado que como inspector médico no tenía atribuidas funciones ni siquiera para concertar citas médicas para las personas cuyos expedientes tramitaba.

Refiriéndose constantemente a la legislación y normativa sobre sus funciones y competencias, el inspector ha tratado de demostrar que "fallan en su estrategia" quienes quieren responsabilizarle de los fraudes con "premisas falsas".

Sobre el caso de Remedios Torres, la madre de María José Campanario, ha explicado que "esta señora" fue citada en su consulta por el equipo administrativo y que fue con un contrato como limpiadora de una gestoría (la de Carlos Carretero) y con informes médicos en los que constaba que padecía dos hernias cervicales, una dolencia que, por "consenso técnico", "nunca se opera".

Por eso él propuso una incapacidad permanente. "Y se acaba ahí mi participación" en el caso, puesto que, según ha contado, a partir de ese informe el caso pasa a ser tramitado por otras instancias en el Instituto Nacional de la Seguridad Social.

Ha negado también que fuera él quien forzara que otra persona se presentara a una prueba médica en lugar de Remedios Torres y ha asegurado que cuando dijo en su declaración ante la Guardia Civil y el juez que él había intermediado en esta visita médica lo hizo para proteger a una secretaria "muy sensible y débil" del hospital Puerta del Mar de Cádiz que le contó el asunto después de sucedido y "llorando".

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