Este artículo se publicó hace 16 años.
Los integrantes del Circo Nacional Chino dan la bienvenida al Año Nuevo en Valladolid
Congregados ante la televisión donde se anuncia la llegada de un nuevo año, jugando al Ma Jiang -una especie de juego de damas- y preparando Jino Zi, comida típica de fin de año parecida a los raviolis, los sesenta integrantes del Gran Circo Nacional Chino han dado la bienvenida al año nuevo chino en Valladolid.
A 9.000 kilómetros de distancia de su país, los artistas, que estos días representan en Valladolid el espectáculo "¡Piratas, piratas!" con el que llevan de gira desde julio, han pasado por tercer año consecutivo el fin de año alejados de sus familias.
Para muchos, no es inconveniente, "lo tienen asumido", según ha relatado a Efe la representante del espectáculo, Kim Wiggemansen.
Aunque los jóvenes artistas han celebrado el fin de año con dos días de antelación, ya que lunes era su día libre, ayer se reunieron ante la televisión a las cinco de la tarde (medianoche en China) para dar la bienvenida al Año de la Rata.
Uno de los artistas, Cheng Linglong, ha reconocido que este año tiene "un especial significado" porque es la tercera vez que lo celebra en España.
"Echo de menos a mi familia", ha señalado Cheng Linglong, quien se consuela con comunicarse con ellos por internet y por teléfono.
En China, a las doce de la noche, se felicita a la familia y son típicos los fuegos artificiales, también "las mujeres se visten de forma muy bonita", ha detallado el joven.
Para otra de las componentes del Circo Nacional Chino, Chen Quin, la celebración es muy diferente en Valladolid que en China ya que "allí lo celebramos con la familia y aquí con los amigos".
Sin embargo, para los jóvenes, sus compañeros son sus padres y hermanos ya que "cuando están de gira están muy juntos porque su familia no esta aquí", ha señalado Wiggemansen.
Como es tradición en China, los integrantes del Circo se han entregado sobres rojos con dinero que traerán "la buena suerte" en el nuevo año y han brindado con cava cantonés.
Además, han comido productos típicos de fin de año como los Jiao Zi, una especie de raviolis compuestas de miel y carne picada, rollitos de primavera y cacahuetes para "tener una larga vida".
Según las tradiciones chinas, el año que comienza, el de la Rata, trae abundancia, oportunidades y buenas perspectivas.
El día de fin de año no se puede llorar porque las lágrimas traen mala suerte, no se puede utilizar cuchillos o tijeras para "no cortar" la prosperidad, se debe llevar algo rojo para atraer la suerte y se debe entregar un sobre rojo para desear prosperidad.
Asimismo, el pueblo chino cree que permanecer despierto toda la noche víspera de Año Nuevo ayuda a que los ascendientes tengan una vida más larga.
Con motivo de la celebración del fin de año los artistas no han entrenado ni ayer ni hoy, aunque sí han representado su espectáculo basado en las aventuras de los piratas y cargado de números acrobáticos.
El día a día de los jóvenes circenses transcurre entre el hotel y la carpa, instalada en el Recinto Ferial de Valladolid, donde comen, se entrenan y ofrecen su espectáculo
Las salidas están restringidas puesto que por "mentalidad" los chinos tienen que "salir en grupo", según ha detallado Wiggemansen.
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