Este artículo se publicó hace 14 años.
Una intensa nevada y ventiscas afectan de nuevo al este de EEUU
La segunda gran tormenta en menos de una semana azotaba el miércoles la costa este de Estados Unidos, forzando el cierre de escuelas, agencias del Gobierno y las oficinas de la Organización de Naciones Unidas en Nueva York.
Distintas ciudades a lo largo de la región noreste quedaron paralizadas después que el Servicio Meteorológico de Estados Unidos pronosticara condiciones de ventisca y hasta 41 centímetros de nieve para Nueva York, 56 centímetros en Filadelfia y 30,5 centímetros en Washington.
La ciudad de Baltimore ordenó que todos los vehículos permanecieran fuera de las vías, excepto en casos de emergencias.
Cientos de vuelos fueron cancelados en tres ciudades y las aerolíneas flexibilizaron sus políticas de viajes para permitir a los pasajeros cambiar sus itinerarios sin tener que pagar más, medidas que podrían ensombrecer los pronósticos para una industria ya afectada duramente por la crisis económica.
Naciones Unidas dijo que su sede en Nueva York estaría cerrada el miércoles debido a la tormenta.
"Estaba tan emocionada como los escolares cuando supe que la ONU cerraba oficinas por la nieve. Pero realmente no me tomé el día libre, estoy trabajando desde mi casa", dijo Stephanie Dunstan, una empleada del Programa de Desarrollo de la ONU.
Aunque las oficinas del Gobierno en Washington también fueron cerradas por tercer día consecutivo -a un coste diario de 100 millones de dólares en pérdidas de productividad-, el presidente Barack Obama deseaba mantener una reunión con líderes negros para abordar la economía y el empleo.
La Cámara de Representantes canceló sus sesiones de votación durante la semana. El líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, dijo que la Cámara alta no se reuniría el miércoles pero que retomaría sus labores al día siguiente.
El legislador dijo que dudaba que el Senado realizara alguna votación esta semana. Varias audiencias en el Congreso también fueron suspendidas.
En Nueva York está previsto que la tormenta empeore a lo largo del día. Algunas empresas dejaron que sus empleados fueran temprano a casa y muchos trabajaban desde sus hogares.
"SNOWMAGGEDON"
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo que la tormenta costaría un millón de dólares a los contribuyentes por cada pulgada caída.
El servicio de trenes Amtrak anunció que realizará operaciones limitadas en su lucrativo corredor del noreste del país. Entre los vuelos cancelados se encontraban los servicios de enlace entre Nueva York, Boston y Washington de US Airways.
Las oficinas estatales en las cinco grandes ciudades de Pensilvania fueron cerradas, y las sedes de Gobierno en los estados de Maryland y Massachusetts también permanecían sin actividad, por lo que sólo el personal esencial y de emergencias deberá acudir en caso de ser requerido.
Los meteorólogos afirmaron que la tormenta, apodada "Snoverkill" o "Snomageddon 2.0", conllevaría vientos que podrían causar nuevos cortes de energía.
Aproximadamente 20.000 clientes se encontraban sin energía eléctrica en las zonas de Baltimore y Washington, de acuerdo a las tres principales compañías energéticas de la zona: Pepco, Dominion y BG&E del grupo Constellation.
La tormenta se produjo mientras los residentes aún trataban de recobrarse tras nevada de entre 46 y 81 centímetros entre Washington y el sur de Nueva Jersey el fin de semana. Muchos luchaban por reabastecer sus frigoríficos y despejar árboles caídos antes de la nevada del miércoles.
Las escuelas estaban cerradas en buena parte de la región y muchas clases fueron canceladas para el resto de la semana.
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