Este artículo se publicó hace 15 años.
Investigadores de la Antártida necesitan buen bloqueador solar
Por Pauline Askin
Los expedicionarios dela Antártida son entrenados para soportar las temperaturasheladas y el aislamiento social, pero un estudio reveló que hayalgo más de qué preocuparse: las quemaduras solares.
Un trabajo reciente de la División Antártica Australiana(AAD) y la Agencia Australiana de Protección de la Radiación ySeguridad Nuclear halló que más del 80 por ciento de losinvestigadores del Polo Sur está expuesto a niveles de rayosultravioletas (UV) por encima de los límites recomendados.
Casi un tercio se expuso a radiación UV cinco vecessuperior a los niveles límite.
El estudio mostró que en algunos casos los niveles deexposición UV en las estaciones antárticas australianas puedenalcanzar un índice de 8 o más, lo que vuelve a la exposiciónsimilar a la que reciben los guardavidas en el estado soleadode Queensland, en Australia.
"Es el primer estudio que hemos hecho para observar lasdosis personales de radiación solar UV sobre los australianosque trabajan en la Antártida", dijo a Reuters Jeff Ayton, jefemédico de la AAD y coautor del informe.
Las mediciones fueron realizadas en las estacionesantárticas australianas Casey, Davis y Mawson. Losparticipantes llevaron dispositivos sensibles a los rayos UVsobre sus pechos durante la jornada de trabajo, que variaba decinco a 10 horas y podía llegar a las 14 horas.
Sus rostros, manos y en algunos casos sus piernas y brazosestaban descubiertas y expuestas a la radiación UV.
"Pese a la protección solar brindada a los trabajadores,una amplia porción de ellos informó sentirse quemado por elsol", dijo Ayton.
Hay una gran variación de la radiación UV en la Antártida.En el invierno, cuando hay muy bajos niveles, la deficiencia devitamina D es realmente una amenaza.
Pero en el verano, el estudio halló que la ampliapermanencia de la luz solar, el agujero en la capa de ozono yel reflejo de los rayos sobre el hielo y el agua contribuye alos elevados niveles de exposición a la radiación UV.
Esto implica un mayor riesgo de daño a la piel y a los ojospor los rayos UV, con efectos a largo plazo entre los que seencuentran los cánceres cutáneos, añadió el experto.
"La lección que he aprendido aquí es a ser mitad hombre,mitad loción de protección solar, para evitar las lesionesdolorosas de la radiación ultravioleta y las quemadurassolares", dijo a Reuters el doctor Peter Morse, quienactualmente está trabajando en Cabo Denison, en la Antártida.
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