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Tras Iowa, los candidatos de EE.UU. se enfrentan al tamiz de Nuevo Hampshire

EFE

Nashua (EE.UU.), 4 ene (EFE). Los aspirantes a la Casa Blanca reanudan hoy la campaña con la vista puesta en las primarias de Nuevo Hampshire, una cita que, tras Iowa, puede consolidar el liderazgo de unos pero también acabar con las ansias presidenciales de otros.

Los dos ganadores en los "caucus" de ayer en Iowa, el demócrata Barack Obama y el republicano Mike Huckabee, confían en poder revalidar su victoria en las elecciones primarias que tendrán lugar en este pequeño estado del noreste de EE.UU. el próximo martes 8 de enero.

No obstante, los sondeos plantean un escenario muy reñido, sin un claro favorito.

En el lado demócrata encabeza las encuestas la senadora por Nueva York Hillary Clinton, que promete seguir luchando duramente en la contienda, seguida de cerca por Obama, senador de Illinois, y por el ex senador John Edwards.

En el republicano, según encuestas hechas antes de conocer los resultados de Iowa, la primera posición es para el senador John McCain, seguido por el ex gobernador de Massachussets Mitt Rommney y por el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani.

La anticipación con la que se han convocado las primarias de Nuevo Hampshire, sólo cinco días después del "caucus" de Iowa, ha hecho que incluso los contendientes que obtuvieron anoche resultados flojos sigan en la batalla electoral.

Sólo los senadores demócratas Chris Dodd y Joseph Biden, que no superaron el uno por ciento de los votos, anunciaron inmediatamente su abandono.

Para muchos observadores, lo que ocurra en Nuevo Hampshire, estado de menos de 1,5 millones de habitantes, es la verdadera prueba de fuego en la carrera presidencial estadounidense, pues los candidatos se enfrentan realmente a unas elecciones directas y representativas, muy distintas a las asambleas de Iowa.

En Nuevo Hampshire, demócratas y republicanos eligen directamente a un candidato, de manera que los delegados que acudan a las grandes convenciones nacionales de cada partido tendrán ya su postura definida.

En los "caucus" de Iowa el proceso es más farragoso, pues el dictamen de los votantes está condicionado a otras convenciones que se celebrarán a nivel de distrito y estatal, con lo que pierde representatividad.

"Nuevo Hampshire es una lente mucho más fidedigna y menos distorsionada que Iowa para ver el panorama presidencial", asegura en el Washington Post el comentarista político David S. Broder.

Pese a la gran publicidad que se da a los "caucus" de Iowa, incentivada por la presencia de celebridades y el despliegue de las televisiones, en verdad no participan en este complicado proceso más que una pequeña minoría de electores.

En las elecciones presidenciales de 2004, en Nuevo Hampshire fueron a votar más de 300.000 personas.

Sin embargo, en los "caucus" celebrados poco antes en Iowa, donde la población es el doble que la de Nuevo Hampshire, no participaron más que 125.000 votantes.

Ello supone menos de la décima parte, mientras que en Nuevo Hampshire el porcentaje es de aproximadamente la mitad.

La historia electoral confirma que, para ganar la Casa Blanca, hay que ganar Nuevo Hampshire, una tradición que se ha mantenido en el último medio siglo, con la única excepción de Bill Clinton y el propio George W. Bush.

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