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Irán se convierte en el protagonista ausente del G-8 de Exteriores

EFE

La cumbre de Asuntos Exteriores del llamado Grupo de los Ocho (G-8) congrega desde hoy en la ciudad italiana de Trieste a veintisiete delegaciones gubernamentales que intentarán acordar medidas para la estabilización de Afganistán y Pakistán, sin olvidar la actual crisis en Irán.

La situación que se vive en territorio iraní tras las elecciones presidenciales del 12 de junio se ha convertido en uno de los principales asuntos que, aun estando fuera de la agenda oficial, los ministros de Exteriores abordarán en el encuentro, que comienza esta noche con una cena y que se prolongará hasta el próximo sábado.

A pesar de su ausencia física, después de que el Gobierno italiano enviara una invitación formal, el Ejecutivo de Teherán estará muy presente en esta reunión, preparatoria para la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del próximo julio en la localidad de L'Aquila y en la que España es el único representante de habla hispana.

De hecho, en las horas previas al comienzo de la cumbre, el portavoz del departamento iraní de Exteriores, Hassan Qashqavi, responsabilizó hoy a la organización italiana, anfitriona en calidad de presidente de turno del G-8, de la decisión de Irán de no asistir al encuentro ministerial.

Según Teherán, el Ejecutivo de Silvio Berlusconi "no ha cumplido" con compromisos como la celebración de reuniones bilaterales previas entre expertos de ambas partes.

Esta justificación de la ausencia iraní dista de la ofrecida el pasado lunes por el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, quien dijo que consideraba declinada la invitación a Irán ante la falta de respuesta por parte de las autoridades de Teherán.

La presencia de Teherán era vista por el Gobierno de Italia como necesaria para abordar el asunto de la estabilización de Afganistán y Pakistán, países fronterizos con territorio iraní, pero la crisis generada tras conocerse los resultados oficiales de las pasadas elecciones ha hecho que Irán pase a ser directamente protagonista.

En las horas previas al comienzo de la cumbre, Frattini confirmó en un acto en el Ayuntamiento de Trieste la presencia de Irán en los temas de la reunión, ya que, según él, se pretende adoptar una posición común ante la crisis que atraviesa el país, postura "particularmente dura, particularmente clara ante el mundo".

Y todo en un momento en el que, con al menos una veintena de muertos, las protestas que se producen en Irán por los resultados de las elecciones presidenciales que dan como ganador a Mahmud Ahmadineyad, espoleadas, según Teherán, por Occidente, acaparan la atención de la comunidad internacional.

Más allá de la crisis iraní, la agenda del G-8 de Exteriores está totalmente centrada en solucionar la inestabilidad de Pakistán y Afganistán, con la única excepción de la primera sesión de trabajo de mañana, que no tiene un contenido definido.

Temas como la amenaza terrorista, pero también el desarrollo económico y la inmigración en Afganistán y Pakistán centrarán las discusiones de unas delegaciones que abordarán, asimismo, la no proliferación de armas nucleares o el fenómeno de la piratería.

En la agenda de la cumbre se incluye también una comparecencia de prensa el viernes del llamado Cuarteto para Oriente Medio, formado por la Unión Europea (UE), las Naciones Unidas, Rusia y Estados Unidos.

Precisamente este último país deja una de las grandes ausencias de la reunión, la de su secretaria de Estado, Hillary Clinton, que se esperaba estrenara su cargo en una cumbre intergubernamental en Trieste y quien finalmente no está presente por la recuperación de la operación de codo a la que ha sido sometida.

"Lamento que mi colega Hillary se haya fracturado un codo, es de verdad una lástima enorme. Nosotros trabajaremos de todos modos con Estados Unidos, que obviamente estará bien representado a nivel político", comentó Frattini, en referencia al subsecretario de Estado, William Burns.

El titular de Exteriores italiano explicó hoy que está previsto, además, un encuentro entre representantes del Cuarteto para Oriente Medio y países de la Liga Árabe presentes en la cumbre, entre ellos Arabia Saudí y Egipto, para abordar la contribución a un "Plan Marshall" para los territorios palestinos.

Por parte de la UE acuden al G-8 de Trieste su alto representante para la Política Exterior y de Seguridad, el español Javier Solana, y la comisaria de Relaciones Exteriores, la austríaca Benita Ferrero-Waldner, mientras que la delegación de la ONU está encabezada por su secretario general, Ban Ki-moon.

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