Este artículo se publicó hace 17 años.
Los islamistas marroquíes plantan cara al Gobierno
Tan sólo dos días después de la investidura del nuevo Gobierno marroquí, el islamista Partido de la Justicia y del Desarrollo- en la oposición-está cumpliendo su promesa de ejercer una oposición fuerte a un
Prometieron una oposición firme y, a los dos días del nombramiento del Gobierno marroquí, han empezado a ejercerla.
Los islamistas moderados del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD) no se han ahorrado los calificativos para describir al nuevo Gobierno de su país, una coalición de cuatro partidos encabezada por el conservador Abás el Fassi, cuya investidura tuvo lugar el pasado lunes.
"Mediocre", "minoritario" "sin legitimidad popular" e "hipertrofiado" son algunos de los términos que contiene un comunicado de la Secretaría General del PJD, divulgado por esta formación política ayer.
Este documento deja clara la postura de los islamistas antes un Gobierno en el que se ve más que nunca la mano del Palacio Real.
A los siete ministerios, los de más peso político, que tradicionalmente nombraba el rey a dedo, se han unido ahora otros tres cuyos titulares esconden bajo la etiqueta de independientes su condición de elegidos de Mohamed VI y de sus consejeros, auténtico Gobierno en la sombra.
Mustafá Ramid es uno de los dirigentes del ala dura del PJD. En una conversación telefónica con Público, Ramid explica que un Gobierno como el de su país, "tan débil que no puede ir muy lejos", no corresponde a las expectativas de los marroquíes.
De ahí que el comunicado de su partido haya planteado ya la posibilidad de que haya elecciones anticipadas "en uno o dos años".
Falta de confianza
"Los partidos marroquíes tenemos que reflexionar sobre las razones que llevaron al 63% de los ciudadanos a abstenerse en las elecciones", arguye Ramid.
La respuesta para este político islamista está clara: "La falta de confianza del pueblo en las instituciones y partidos políticos".
Con un Gobierno cuyo poder es de por sí muy reducido y que además incluye a un tercio de ministros nombrados por el monarca, esta falta de confianza no hará "más que agravarse", recalca Ramid.
El diputado islamista no alude en ningún momento al rey, pero el argumento de los enormes poderes que acapara la Monarquía marroquí está implícito.
También el hecho de que Mohamed VI tenga ahora a uno de sus colaboradores más estrechos, el ex viceministro de Interior, Fuad Ali El Himma, en el Parlamento.
El Gobierno de Abás el Fassi está ahora en minoría y precisa de los votos del grupo parlamentario formado por este íntimo del rey para sacar adelante sus proyectos. Esto equivale a decir que "está entre sus manos", resume Ramid.
El diario independiente Al Massae dejó las cosas aun más claras ayer. En una de sus informaciones asegura que el cerebro que ha concebido el nuevo Gobierno marroquí ha sido Mezzian Belefkih, uno de los consejeros de Mohamed VI.
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